Descartan un segundo trasplante a Javierita
El color amarillo desapareció de su rostro y ojos y a través de una sonda recibe leche.
A pesar de las complicaciones que a mediados de agosto presentó el nuevo hígado que recibió la bebé queilina, Javiera Mansilla, tras un trasplante de hígado, la realización de una segunda intervención quedó descartada por el momento por su positiva evolución en los últimos días.
La información fue confirmada por la progenitora de la lactante de tres meses, Oriana Pinto, quien destacó que la pequeña, incluso, se ha estado alimentando perfectamente a través de sonda.
"Mi hija está mejor gracias a Dios, es más, el color de su piel cambió ya no está amarilla ahora es blanquita, y sus ojitos también ya no tienen ese amarillo. Además recibe muy bien la leche a través de la sonda y como dicen los médicos la calcificación de detuvo, la bilis no llegó a su cabeza que era lo que temíamos, pues le podía provocar un daño cerebral importante. Ella es una luchadora", explicó la joven madre.
VISITA
VISITA
La chilota, quien se encuentra junto a su marido en Santiago, recibió hace unos días la visita del alcalde de Queilen, Manuel Godoy, quien se apersonó en la UTI Pediátrica de la Clínica Las Condes, lugar en donde permanece internada la menor.
"Siempre se agradece cuando viene gente de nuestra tierra a vernos porque nos sentimos muy solos, ahora también están mis suegros que han sido de gran ayuda. No es fácil, no nos moveremos de acá mientras Javiera no le den el alta, y se recupere totalmente. Estimamos que estaremos todo lo que resta del año acá en Santiago", mencionó Oriana.
"Aprovechando mi estadía en la capital pasé a verlos y a saludar a la bebé, realmente fue un agrado saber de boca de los mismos padres que la niña está mejor, que se está recuperando y que quizás una segunda operación no sea necesaria", puntualizó el jefe edilicio, quien señaló que la comunidad queilina se está organizando para realizar una nueva campaña solidaria en pro de esta familia.
Javiera Mansilla fue intervenida quirúrgicamente el 23 de julio pasado con tan sólo 84 días de vida, al recibir el órgano de una mujer de 47 años, el que fue reducido a 100 gramos, de manera que sea proporcional a su cuerpo. La pequeña padecía hemocromatosis, patología poco frecuente, que se caracteriza por la acumulación de hierro en diversos tejidos, entre ellos el hígado.