O'Higgins no deja de soñar el título
El cuadro de Rancagua venció ayer por 1-0 a Unión Española y está a tres puntos de Universidad Católica que hoy juega el clásico con el cuadro albo.
La ilusión celeste crece y con argumentos, pues O"Higgins cumplió con la obligación de ganarle a Unión Española por 1 a 0, y de ese modo se mantiene firme en la lucha por el título del Torneo de Apertura 2013-2014. La victoria les permite a los dirigidos de Eduardo Berizzo quedar tres puntos encima de Universidad Católica que hoy se juega la vida en el clásico ante Colo Colo.
Las cosas no fueron fáciles para los de Rancagua, pues Unión Española no les favoreció las cosas como se especuló durante la semana. Todo lo contrario, pues los adiestrados de José Luis Sierra se pararon sobre el césped del Municipal de La Pintana a realizar su clásico juego de toque y correcto manejo defensivo que neutralizó a un O"Higgins que tenía la pelota, pero que no lograba hacer mayor daño.
Desde la banca local, un enérgico Eduardo Berizzo no se cansaba de entregar indicaciones a sus dirigidos que no estaban respondiendo a la idea de juego planificada. El armador rancagüino Pablo Hernández recibía constantes retos por parte de su entrenador, ya que el tucumano no conseguía desnivelar a favor de su escuadra.
En un primer tiempo marcado por la elevada temperatura, O"Higgins tuvo un notable dominio de la pelota, pero que no se tradujo en mayores opciones. La de mayor riesgo fue un remate de Braulio Leal, quien aprovechó una dubitativa salida de Diego Sánchez; sin embargo, su disparo se fue desviado.
Pero a los 53" Pablo Calandria haría estallar a la hinchada que repletó el recinto capitalino. Tras una serie de rebotes, el centrodelantero argentino definió en el corazón del área y convirtió el dominio en la cancha en ventaja en el marcador.
Con el gol los celestes retrocedieron líneas y Unión se instaló más cerca del área rival, sobre todo con el ingreso del trasandino Lorezo Faravelli. O"Higgins tuvo que recurrir a la resistencia en defensa para aguantar la arremetida hispana y cuidar los tres puntos que le permitieron dormir como punteros, y así soñar con su primera estrella.