Joven fue condenado por la violación tentada de la jefa de hogar de 44 años.
l Pedro Bárcena González
La insuficiencia probatoria para acreditar la penetración hacia la víctima modificó ostensiblemente el futuro procesal al que se exponía un joven, quien fue acusado de ultrajar a una madre de familia en un sitio eriazo del sector alto de la capital chilota. Los 12 años de cárcel que arriesgaba en el juicio al que fue sometido se redujeron a solo tres, debido a estas circunstancias.
Así quedó establecido durante la jornada de ayer en el Tribunal Oral en lo Penal de Castro, donde se realizó la audiencia de veredicto contra el isleño de iniciales C.E.N.P. (29), quien fue condenado por el delito de violación en grado de desarrollo de tentado, contra una mujer de 44 años que interceptó en la población Yungay, la madrugada del 13 de enero del 2013.
Tal como explicaron los sentenciadores, no se logró configurar el acceso carnal. Es decir, el delito no fue consumado, pese a los argumentos entregados por el Ministerio Público.
Como indicó el fiscal de la causa, Javier Calisto, "la víctima dijo que el hombre hizo todo lo posible para accederla. Además, presentamos un informe médico sobre las lesiones que presentaba en los brazos, senos y la zona vaginal externa, las que son compatibles con la violación".
Sin embargo, esta evidencia como la supuesta intencionalidad del sujeto no bastaron para configurar la postura del persecutor. Por ello, la penalidad del delito bajó de inmediato en dos grados, ante lo cual el abogado solicitó los tres años de presidio, "que se constituyen en el máximo legal dentro de esta figura".
A su vez, invocó la agravante de la reincidencia específica, ya que el joven tiene una condena anterior por violación y otras dos por abuso sexual.
Esta medida fue rechazada por el defensor del imputado, Nelson Troncoso, al señalar que la primera sentencia introducida en el juicio "estaría prescrita, mientras que los abusos son delitos diferentes al analizado en esta audiencia", acotó.
Asimismo, el profesional solicitó la concurrencia de dos atenuantes de responsabilidad penal. Primero, la colaboración sustancial en el caso, "ya que declaró y se situó en el lugar de los hechos", enfatizó, añadiendo que "en su testimonio dijo que divisó a la mujer en (centro de eventos) El Torino, para luego abordarla a poco más de una cuadra de este recinto, donde permanecieron cerca de dos horas".
A su vez, el jurista invocó la inimputabilidad disminuida, explicando que "esta persona presenta una limitación interactual", lo que buscó refrendar con sendos informes sicológicos y de Gendarmería.
Con estas circunstancias modificatorias, el defensor pidió 300 días de presidio para su representado, recalcando que se dé por cumplida la pena, puesto que permanece privado de libertad desde el mismo día de los hechos, cuando fue detenido por Carabineros de Chile al ser sorprendido in fraganti sobre la víctima. J