Al igual que en casos anteriores, se hizo parte el Consejo de Monumentos Nacionales.
l Luis Contreras Villarroel
Un nuevo hallazgo arqueológico quedó al descubierto durante el desarrollo de las faenas de restauración de la iglesia Nuestra Señora de los Dolores de la comuna de Dalcahue.
El hecho quedó al descubierto la mañana de ayer en los momentos que se efectuaban excavaciones en el interior edifico, específicamente en el lado norte del templo Patrimonio de la Humanidad.
Fue en esos instantes y a unos 40 centímetros de profundidad cuando aparecieron precisamente los restos de osamentas humanas, situación que alertó a los trabajadores para informar del suceso a la Tenencia de Carabineros.
Personal de la unidad policial procedió a comprobar la veracidad de la denuncia, optando por aislar el área del hallazgo antes de proseguir con el denominado protocolo de intervención que le cabe al Consejo de Monumentos Nacionales.
Felipe Montiel, secretario ejecutivo de esta entidad en la provincia de Chiloé, confirmó que en contacto con el Ministerio Público se dio paso a la aplicación de los pasos que le competen a este organismo, de acuerdo a lo establecido en la Ley N°17.288.
Sostuvo que "va a llegar en los próximos días un arqueólogo para levantar estos restos que están en la iglesia; luego hay todo un procedimiento de reentierro de los restos, de acuerdo a lo que plantea la comunidad".
El profesor e investigador castreño enfatizó que "es un procedimiento que para nosotros es habitual y es normal encontrarse con estos restos en las iglesias patrimoniales cuando están haciendo trabajos de restauración".
Aseguró que en este caso se dejó aislada solamente el área donde aparecieron los restos óseos, mientras se prosigue con las obras de restauración de la iglesia dalcahuina, añadiendo que "lo que se ha encontrado hasta ahora es una parte de una urna de alerce con algunos restos".
Desde el Ministerio Público de Castro se confirmó el hallazgo de las osamentas en la céntrica construcción dalcahuina.
Javier Calisto, fiscal de este organismo, señaló escuetamente que a partir de este hecho se dio cuenta a Carabineros para verificar y custodiar el lugar antes de que todo el procedimiento quedara en manos del Consejo de Monumentos Nacionales. J
l El profesor Felipe Montiel argumentó que, por generaciones y atendiendo a una antigua tradición chilota, era común que se realizara el entierro de personas al interior de la iglesia de la comunidad cristiana.
Sostuvo que se trataba de personas que habían ayudado incluso en la construcción de los templos o bien actores sociales fuertemente vinculados a la vida católica de cada sector.
Estos hallazgos ya se han reiterado durante las restauraciones de las iglesias de Tenaún, Rilán y Nercón.