Acusado por parricidio en Chaquihual confesó su ataque a machetazos.
l Pedro Bárcena González
Una macabra historia de violencia está siendo analizada por la justicia. Enmarcado en el pequeño pueblo de Chaquihual, comuna de Ancud, el caso no solo se enfoca en la responsabilidad de un joven en el sangriento asesinato de su padre, sino también en innumerables experiencias anteriores marcadas por las agresiones dentro del seno familiar.
José Moisés Alvarado Alvarado (62) falleció producto de los múltiples machetazos propinados por su propio hijo, identificado con las iniciales C.J.A.M. (33). Un crimen del cual el joven está confeso y por el que arriesga una severa pena de 15 años y un día de presidio mayor en su grado máximo.
El fiscal a cargo de las pericias indagatorias, Jorge Raddatz, confirmó que el acusado "reconoció su participación en los hechos". Una serie de sucesos que rompió de golpe la tranquilidad del sector ancuditano ubicado cerca del límite con Quemchi.
"Esta persona asesinó a su padre de forma brutal, utilizando un machete con el cual le provocó varias lesiones", resaltó el persecutor sobre las heridas recibida por la víctima en el cuello, los brazos y la espalda. Todo ello, en la nefasta madrugada del 7 de enero del 2013.
El imputado enfrenta un juicio por el delito de parricidio en el Tribunal Oral en lo Penal de Castro, el cual comenzó ayer con los alegatos de apertura de los intervinientes y la exposición probatoria. En total, se fijaron 18 testigos y 10 peritos para que entreguen sus antecedentes ante la sala presidida por la magistrado Angélica Monsalve.
Raddatz explicó que el quántum de pena está sustanciado por la gravedad asignada al delito y el daño provocado. "No se invocan agravantes y se reconoció la atenuante de la colaboración sustancial en la investigación. Sin perjuicio a ello, es una facultad del tribunal acoger esta medida", añadió.
Por su parte, la defensora Vanessa Pérez solicitó la absolución de su representado, "basados en la circunstancia eximente de la fuerza irresistible. De acuerdo a lo que dice el siquiatra, el acusado tuvo un ataque de ira, una descarga por todos los hechos de violencia intrafamiliar que vivió, prácticamente desde que nació".
La espiral de maltratos y agresividad que postula la abogada comienza con las crudas experiencias de la madre del imputado, quien también entrega su declaración ante los sentenciadores. "Ella sufre maltrato físico y sicológico, eso se repitió con los hijos que fueron testigos de esta situación, de los golpes, insultos, humillaciones", acotó la jurista, sumando que "ya declaró un hermano del acusado y que corrobora este escenario". J
l La defensora Vanessa Pérez recalcó que "los peritos también van a dar cuenta como la personalidad del imputado se fue formando de acuerdo a las vivencias de violencia", con el objeto de configurar la absolución.
Es más, aclaró que el acusado "también sufrió agresiones físicas, sicológicas y sexuales de parte del padre", explicando que el mortal ataque tuvo como génesis otro episodio de violencia. "El joven fue humillado y reaccionó con esta descarga de ira y lo agrede", sumó.