l Visión Acuícola
Un plan especial de fiscalización pesquera de la merluza común, focalizado en los comportamientos de riesgo de los agentes (pescadores, transportistas y comercializadores) lleva a cabo el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura. Esta pesquería fue declarada por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura en estado de sobre explotación y corre un serio riesgo de agotamiento.
Así lo explicó el director nacional de Sernapesca, Juan Luis Ansoleaga, quien agregó que debido a esta crítica situación, la cuota global autorizada disminuyó de 40 mil a 19 mil toneladas para este 2014. 'En este escenario era esperable que aumentara la extracción y comercialización ilegal del recurso, por lo que se hizo necesario aplicar un plan especial de fiscalización, que permitiera resguardar su sustentabilidad', manifestó.
La merluza es un recurso de alta demanda entre las regiones de Coquimbo y Los Ríos, donde ocurre un intenso tráfico interregional, por lo que el Plan de Fiscalización de la Merluza Común se enfoca en el aumento de controles carreteros en toda esta área además de una mayor fiscalización en puntos de extracción y desembarque.
Entre enero y abril se ejecutaron más de 3 mil 600 actividades de fiscalización, cursado más de 90 citaciones, de las cuales un 69% corresponden a infracciones por falta de acreditación de origen legal y un 29% por pescar merluza sin tener la autorización para trabajar sobre el recurso, incautando más de 79 toneladas.
El plan de fiscalización de la merluza común se trabaja bajo el enfoque de riesgos, focalizando los esfuerzos de fiscalización en aquellos agentes que tienen mayor probabilidad de cometer infracciones. Además, incluye lo que se denomina fiscalización preventiva, lo cual considera acciones de difusión para dar a conocer entre los armadores artesanales e industriales, transportistas y comercializadores, el estado de la merluza común y el peligro de agotamiento, la cuota disponible, las vedas y la importancia de informar y acreditar los desembarques.
'Este plan de fiscalización ha permitido poner en práctica un enfoque más exhaustivo en aquellos sectores que tienen mayor probabilidad de vulnerar la norma en base a conductas y perfiles de riesgo, así como la intensificación del trabajo con otros servicios y policías. Además, se ha podido evaluar la efectividad de algunas medidas de la actual Ley General de Pesca y Acuicultura, para poder levantar observaciones y proponer correcciones', explicó Soledad Tapia, subdirectora de Pesquerías.
Acotó la funcionaria que 'uno de los mejores ejemplos es que actualmente la ley indica que el producto incautado queda en poder del infractor en calidad de depositario provisional, lo que le da la oportunidad de comercializarlo aunque deba dar cuenta de ellos al declarar en tribunales'.
En el marco de este plan especial, Sernapesca desarrolló un protocolo interregional de fiscalización, en el que las principales regiones donde se extrae la merluza (Bío Bío, Maule y Valparaíso) reportan la cantidad de toneladas visadas para que sean inspeccionadas en destino, ya que una de las faltas más recurrentes es que se transporte una cantidad mayor a la acreditada.
'Este método probó su efectividad durante Semana Santa, donde se realizó la mayor parte de las incautaciones de este año y, sin lugar a dudas, seguiremos obteniendo resultados durante todo el año', detalló Tapia, quien agregó que el plan especial de fiscalización tiene como segundo hito importante la veda biológica de la merluza común que regirá durante septiembre. J