l Macarena Musante
Erotismo y sexo han sido desde siempre pilares de la historia y de las distintas culturas. Sobre todo, por supuesto, en las zonas del planeta que tienen climas cálidos y en las cuales el sexo está más conectado de forma natural al diario vivir.
De manera que son abundantes los ritos, todos ellos muy diferentes y llamativos que no dejan de sorprender. El portal Nerve.com, hace unos días, hizo un recorrido por la historia y aportó con enigmáticos datos.
En la cultura hawaiana antigua les ponían nombres públicos a sus genitales, con los que componían músicas y cantos en honor a ellos. En este punto es necesario aclarar que los polinésicos son sumamente carnales en materias eróticas. Conviven permanentemente con la sexualidad y los hombres son tildados de fogosos amantes. Eso explica la relevancia que le dan a sus órganos.
A su vez, una de las culturas fundamentales en la historia de las civilizaciones es el Antiguo Egipto, donde creían que el caudal del Nilo era producido por las eyaculaciones del dios creador Atum. Afortunadamente, si pensamos en los bañistas que acuden al río, es solo un mito. Pero, según se dice, los faraones se masturbaban allí para así favorecer su crecimiento.
En Mangaia, una isla del Pacífico Sur, los varones de 13 años debían tener relaciones con mujeres mayores para aprender todo sobre sexo, como controlarse y complacer a las damas. En los Himalayas era común la poliandria, que es cuando una mujer tiene varios maridos, para evitar la sobrepoblación.
En la Edad Media, la Iglesia Católica afirmaba que la posición del misionero era la única adecuada para intimar. Finalmente, en Papúa Nueva Guinea, los chicos comenzaban a tener sexo a los seis años. Y así, la mitología erótica no para de sorprender.J
