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Sophie Scott, que trabaja como comediante y, a la vez, como profesora de sicología de la University College de Londres, analizó seriamente la risa. Y describió los puntos fundamentales del acto de reír.
Dijo, primera, que la risa es el rasgo menos animal que tenemos. Pocos animales ríen, aunque especificó que los ratones se hacían muchas tallas entre ellos y que reían bastante. Luego dijo que los chistes no es lo que más hace reír a las personas. Lo que más hace reír a la gente son, usualmente, cosas aburridas. Scott, de hecho, citó a un famoso sicólogo de la Universidad de Maryland, Robert Provine, quien dijo: 'Lo que más hace reír a las personas es hablar con los amigos'.
Lo que hace reír, dice la profesional, es la interacción social.
También dijo la comediante inglesa que está comprobado que el cerebro está capacitado para distinguir la risa falsa de la risa honesta. Y cuando el cerebro detecta una risa falsa, se siente muy incómodo. Al parecer el cerebro se defrauda con una risa impostada.
Otra cosa que dijo y que es muy sabido: la risa se contagia. Una persona riendo produce de inmediato a otra persona riendo.
La risa, también señaló, posibilita la unión entre las personas. Esta expresión logra que las personas tengan buenas relaciones. Un matrimonio que ríe es un matrimonio con lazos fuertes.
La buena risa debe ser soltada en el momento oportuno. Al término de una frase, o en medio de dos anécdotas.
Y el punto en que más se explayó fue cuando enfatizó que la risa genera un mundo más atractivo. Los que ríen son felices. Los serios son tristes. Y ella dijo: 'Considero atractivos a todos los hombres que se ríen de mis chistes'.
Luego de eso, frente a una audiencia, Sophie Scotte, por supuesto, se rió y luego se fue con una sonrisa a su vida en silencio. J
