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Informan reputados gerentes técnicos que quizás Claudio Borghi tendría dificultades para ejercer ese cargo. Dan dos argumentos lapidarios: es un trabajo sin descansos y con poco espacio para los asados. Es un trabajo con jornadas maratónicas, plagado de reuniones, mucha oficina y poco pasto. El "Bichi" aspira a descansar tras su paso por Argentinos Juniors, pero hay gente que insistentemente le ofrece trabajo. En Colo Colo -en concreto, Tapia y Riffo- lo quieren como el gerente técnico.
-No sé cómo lo haría Claudio con el papeleo- dice, agobiado, Sabino Aguad, gerente deportivo (o técnico o etcétera) de Universidad de Chile.
-Bueno, depende de cada uno, de cada club. Lo que es claro es que pasaría todo el rato en la oficina.
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En la semana está en la oficina hasta que anochece. Los fines de semana está en la cancha hasta que anochece.
-Básicamente teniéndole mucho cariño a esto- suspira Aguad.
-Uff. No hay tiempo- y suspira de nuevo.
Leonardo "Pinino" Mas, gerente técnico de Iquique, se parece en tres cosas a Borghi: es argentino, ex futbolista y se forjó en Argentinos Juniors. Además lo conoce perfectamente. Y Mas, en fin, opina que ser gerente técnico es atractivo, pero desgastante. Desgasta, dice, porque "uno está aquí y allá, resolviendo asuntos todo el tiempo". Porque tiene que estar cerca, y a la vez no tan cerca, de los futbolistas. "Y porque uno, si no está trabajando, está pensando en el trabajo", concluye, exhausto.
-No sé si Claudio Borghi es el indicado. Eso lo tiene que ver el club.
Quizás, analiza, le pueden ofrecer a Borghi que trabaje únicamente en el pasto, con zapatillas. Y que haya otra persona que se ocupe de la oficina. En el mundo de la gerencia técnica, todos saben que Borghi operando como administrador sería un espectáculo. Y no toleraría jornadas devastadoras. Aguad, por ejemplo, al llegar a su casa se pone a responder mails laborales hasta las doce de la noche.
-Por suerte, ella está con los turcos- responde inmutable.
-Mire, soy un gerente técnico al que Onur y Fatmagul le salvaron el matrimonio- concluye melancólico. No hay más que pensar: tal vez es mejor que Borghi siga entrenando equipos.
Ahora hay que ver si el ex director técnico de la Roja se suma a la propuesta. J