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El miércoles, cerca de las 18:30, un supuesto ladrón empezó a ser golpeado en el suelo de la esquina de Agustinas con Bandera, en Santiago, por un grupo de transeúntes. Unos 10 minutos después, a uno de los agresores se le ocurrió dejarlo desnudo para humillarlo por su acto ilícito, y luego, vino lo más inusual. "Un caballero llegó con un rollo de alusa (papel film) gigante y lo empezó a envolver y amarrar", relató a La Estrella Rodrigo Álvarez, uno de los testigos del hecho.
El analista digital de 24 años, quien trabaja a unos metros de lo ocurrido, contó además que todos comentaban que minutos antes un anciano de unos 70 años había estado persiguiendo al sujeto porque le había robado un celular.
Defensa y detractores
El video del hecho circuló profusamente en redes sociales y generó debate entre quienes defendían al presunto ladrón por la agresión sufrida y quienes aseguraban que se lo merecía ante la ineficacia de la justicia chilena.
Sin embargo, al momento del castigo ciudadano, según recordó Álvarez, casi nadie se opuso. "Todo lo contrario, la gente avivaba que siguiera la golpiza y celebraba lo que estaba pasando. Unos cuatro hombres le seguían pegando de vez en cuando y las señoras gritaban avivándolos", aseveró. Pasó así, desnudo y amarrado a un pilar, una media hora, según el testigo, pero del supuesto asaltado ya no había ni rastro.
Hubo, eso sí, una persona que se apiadó de la situación del presunto delincuente. Un amigo de Rodrigo, que profesa la religión evangélica, apenas vio lo ocurrido partió a comprarle una polera a una tienda del retail.
Luego, cerca de las 19 horas, explicó, "llegaron tres carabineros de fuerzas especiales, lo sacaron de ahí, le pasaron su mochila y trataron de llevárselo, pero el tipo ni siquiera se podía parar, se veía débil, como a punto de desmayarse y lo dejaron sentado un rato".
El amigo de Rodrigo trató de pasarle la polera para que se cubriera, pero Carabineros no lo permitió, ya que en caso de que llegara un denunciante lo tenía que reconocer con la ropa que se encontraba al momento del robo.
Alrededor del joven torturado se reunieron unas 100 personas, que fueron despejadas por la policía.
¿Quién era?
J.A.V.P. son las iniciales del sujeto castigado por la ciudadanía. El capitán de Carabineros, Sergio Rodríguez, señaló que la policía fue alertada mediante varios llamados telefónicos de lo que estaba sucediendo, y que una vez que se envió una patrulla los uniformados se encontraron con el supuesto ladrón y ningún denunciante.
Una vez que lo desataron, los carabineros le pidieron el carnet y comprobaron que se trataba de un menor de 16 años, sin antecedentes penales. Lo llevaron a un recinto asistencial, pero el presunto ladrón se negó a que le constataran lesiones ni quiso denunciar.
"Tenía marcas rojas en el cuerpo por la alusa, pero no tenía mayores lesiones", detalló Rodríguez. J
