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Juntos constituyen el resumen ideal para personificar la historia de sacrificio, entrega, abnegación, unidad y responsabilidad que representa Bomberos en Castro. En conjunto suman casi una centuria de vivencias y aprendizaje, el mismo que esperan se contagie en las nuevas generaciones para engrandecer a la institución, una de las más respetadas en la provincia.

El voluntariado de la capital chilota cumplió ayer 119 años de vida. Pieza valiosa y hasta coronación de esta fiesta que tuvo su acto oficial en la Plaza de Armas lo constituyó el reconocimiento de sus funcionarios, siendo dos los más destacados. Ernesto Cárcamo y Alicia Zarecht fueron galardonados por cumplir 50 y 45 años, como miembros de la Quinta Compañía y el Comité de Damas, respectivamente.

Aunque fueron premiados 23 efectivos bomberiles por sus temporadas de servicio, este matrimonio destacó no solo por su legado y larga experiencia, sino también por mantener viva la llama valórica que encierra este oficio cuyo único horizonte es servir a la comunidad.

Tal como expresó el voluntario de 83 años "en estos tiempos existe poca participación de la juventud, no se interesa en intervenir. Sabemos que ahora puede existir menos tiempo con el trabajo y otros quehaceres, pero esta linda labor invita a no excluirse".

Tras recibir cientos de abrazos y besos por parte de sus familiares y amigos, este castreño reconoció que "antes era más difícil actuar", existía menos tecnología e instrumentos. Solo a pulso se enfrentaban estos hombres al fuego.

Esta realidad golpeaba duro a todos. Como lo recordó Zarecht Liechti, "antes salíamos con los voluntarios a la par en cada emergencia. Les dábamos café, leche si se intoxicaban y entregábamos todo el apoyo posible".

Asimismo, la vecina que fue una de las fundadoras del Comité de Damas resaltó que uno de los principales respaldos para asumir estas labores es la familia. "Es fundamental para ser parte de esto. Hay que entender el esfuerzo que realizan a diario del bomberos", aclaró instando también a que la juventud se sume a esta loable actividad.

El ejemplo de los "viejos tercios", como describió a quienes forjaron la institución en el pasado, fue reconocido por el actual superintendente Humberto Molina, quien realzó el legado de los pobladores que conformaron este voluntariado en 1896 y de aquellos que todavía aportan con su experiencia y valor.

"Las enseñanzas deben traspasar ahora a las nuevas generaciones, que deben asumir el compromiso y deber de su función", expresó el oficial, agregando que los efectivos en la actualidad "se encuentran capacitados para enfrentar las emergencias".

No obstante, el jefe bomberil fue crítico en describir que la misma exigencia obliga a contar con mayor apoyo, más en escenarios complejos como el vivido en estos últimos días con los incendios forestales que han implicado pérdidas en material y combustible superiores a los 10 millones de pesos.

"El llamado a las autoridades es a colaborar", manifestó Molina, junto con reconocer el aporte realizado por el municipio de Castro -le entregó en el acto un cheque de 35 millones de pesos para potenciar la función del voluntariado-, el Consejo Regional de Los Lagos con la aprobación de proyectos y la Junta Nacional de Bomberos.

carros

Justamente, una de las novedades para este año constituye la entrega desde la plana mayor de la institución de tres carros bomba que serán asignados a la Primera, Tercera y Sexta unidades.

La ceremonia de aniversario culminó con el desfile de representantes de las siete compañías castreñas y el despliegue del material mayor. J