En medio de expresiones de rechazo por parte de cientos de feligreses que llegaron al interior y a las afueras de la Catedral San Mateo, Juan Barros asumió ayer como obispo de Osorno.
La ceremonia estaba programada originalmente para las 11 horas pero el accionar de los manifestantes retrasó el inicio del acto, que se realizó bajo un amplio resguardo policial.
La llegada de Barros ha causado controversia en la zona, luego de que diferentes religiosos y laicos lo apuntaran como supuesto encubridor del sacerdote Fernando Karadima, condenado canónicamente por abusos sexuales. El nuevo jefe diocesano aseguró que jamás supo de esos hechos en la parroquia El Bosque, de Santiago.
La liturgia se desarrolló en medio de un clima tenso, debido a las constantes interrupciones de los presentes que portaban globos blancos a favor y globos negros en contra del sacerdote.
El coronel de Carabineros Leonardo Castillo detalló que tres personas fueron detenidas por desórdenes y agregó que la institución estaba preparada para reaccionar en caso que la autoridad eclesiástica solicitara el ingreso de personal a la catedral.
El cardenal Ricardo Ezzati descartó su presencia aduciendo problemas de agenda, mientras que el único político presente en la ceremonia fue el concejal UDI Víctor Bravo.
parlamentarios
A su vez, a las afueras de la catedral, el diputado Sergio Ojeda (DC) manifestó su rechazo al nombramiento de Juan Barros y dijo que "la Iglesia está llorando porque está dando la espalda a los católicos, no los está escuchando, pedimos al obispo que sea noble y que renuncie".
Otro de los parlamentarios que asistió a la protesta fue el diputado Fidel Espinoza (PS), quien dijo que "la Iglesia no puede tolerar que la máxima autoridad de la institución haya sido encubridor de abusos. Nunca la Iglesia había vivido un bochorno así de grande".
Según estimaciones de Carabineros, un total de 650 personas participaron de la manifestación a las afueras de templo, mientras que un número similar se encontraba al interior del recinto.
religioso
El prelado se refirió en Radio Bío Bío a la polémica que ha generado su llegada a la diócesis osornina.
Respecto a las denuncias de encubrimiento que pesan en su contra por parte de las víctimas del caso Karadima, señaló que "en la declaración que hice yo creo que expresé la verdad y les pido que me crean. Con toda sinceridad y dolor expresé ahí lo que he vivido y lo que le puedo presentar a la comunidad".
El religioso emitió un comunicado el 16 de marzo, en el cual aseguró que "jamás" supo de los abusos en cuestión.
"Dejemos que el amor de Jesús entre en nuestros corazones y entonces con buena voluntad, cuando nos vayamos encontrando tranquilos, compartiendo, dialogando, estoy convencido de que eso tiene que salir adelante con mucha hermosura, porque un mínimo de buena voluntad todos tenemos en el corazón", fue el llamado de Barros a la comunidad local.
El nuevo obispo agregó que "a veces, cuando uno escucha los noticiarios uno dice que hay puras cosas malas, no, no, no, hay muchas cosas buenas, hay mucha gente buena, hay gente que ocultamente hace maravillas y eso es la inmensa mayoría de la gente de nuestras comunidades y ciudades". J