Por robo de un muñeco Barney jóvenes enfrentan a la justicia
l Pedro Bárcena González
Puede parecer curioso, pero el fondo de este caso demuestra los niveles a los cuales puede llegar la delincuencia y la necesidad de la colaboración ciudadana para frenarla, más si se trata de un establecimiento educativo prescolar el afectado. Sí, porque se está analizando la responsabilidad de dos jóvenes en el enésimo atraco contra el jardín infantil Gotitas de Lluvia de Castro, siendo un peluche el objeto material que sustentaría este delito.
Dos sujetos fueron aprehendidos por sustraer desde el recinto emplazado en la población Juan Soler una figura animada del popular dinosaurio rosado. Era el juguete regalón de los párvulos del establecimiento que alberga alrededor de 170 alumnos. Un especie que puede llevar a los isleños a cumplir drásticas sanciones.
Hoy debiera finalizar el juicio simplificado para determinar la participación de uno de los imputados en esta causa, por el robo en lugar no habitado en carácter de frustrado. Se trata del castreño de iniciales L.F.P.P. (20), quien fue el único en presentarse al Juzgado de Garantía de la capital chilota, ya que el coimputado, individualizado como C.M.Q.S. (16) no llegó a audiencia, despachándose una orden de aprehensión en su contra.
El acusado arriesga una pena de 540 días de presidio menor en su grado mínimo, mientras que al menor en la acusación se le invoca una sanción de 120 horas de servicio a la comunidad.
En la sesión judicial ya se presentaron testigos y la declaración de los funcionarios policiales que abordaron el procedimiento el 21 de mayo del 2013. Se indicó la forma en que fueron capturados, después de constatarse que la puerta trasera del inmueble fue violentada.
Como recalcó el fiscal de la causa, Javier Calisto, existen antecedentes que prueban la sustracción de este divertido artículo infantil. "Se intentó sustraer varias especies, pero entre ellas estaba este peluche. Habrían intervenido más personas, pero solo se logró detener a dos, encontrándose en poder de uno de ellos el muñeco", aclaró.
El persecutor enfatizó que la investigación se prolongó por casi dos años, debido a que "agotamos todas las instancias para buscar a los otros participantes en este ilícito, sin que tuviésemos resultados".
Como la principal barrera para esta situación, el abogado remarcó que "no existió ayuda sustancial de los vecinos para entregar información. Llama la atención que no se colabore, más si se trata de un jardín infantil y de niños los afectados".
Bajo este escenario, la acción procesal se concentró en estos sujetos. Y se persiguió hasta el final, pese a las singularidades del caso.
"Hay que aclarar que el robo se configura en esta situación, independiente del valor y las características de la especie sustraída", resaltó el fiscal Calisto.
absolución
Por su parte, la teoría del caso del abogado Claudio Herrera, defensor del joven que se presentó en el juicio, se enfoca en que el persecutor "no podrá acreditar el delito de robo por ausencia de los elementos necesarios para su establecimiento". Agregó que "la prueba del Ministerio Público es exigua para sostener la participación que asigna en carácter de autor al imputado, por lo que el tribunal deberá inclinarse por la absolución". J
l El defensor Claudio Herrera (foto) aclaró que los dos jóvenes acusados, incluyendo al menor que no llegó a audiencia, se encuentran en libertad y sostuvieron pretéritamente que no admitían responsabilidad en los hechos denunciados.
Añadió que "no existen testigos presenciales, sino que solo funcionarios policiales que habrían participado en la detención de los imputados", explicando que no se encontró en poder de L.F.P.P. ninguna especie procedente del lugar afectado, ni tampoco instrumentos que hayan servido para cometer el delito.