A un 60% llega la destrucción de la Feria Municipal de Ancud
Luis Contreras Villarroel
"Cuando vi el fuego se me vinieron todos los recuerdos". Estas fueron las escuetas pero dramáticas declaraciones de la comerciante Catalina Mansilla al revivir el incendio que el 4 de febrero de 2009 había arrasado con la Feria Municipal de Ancud y que se reiteró la madrugada de ayer.
Aún con los efectos de una eterna noche la propietaria de la cocinería La Voladora no podía dar crédito a lo que observaba y que con la tardía luz del amanecer quedó al descubierto: los efectos devastadores causados por las llamas.
La emprendedora fue una de las decenas de locatarios que llegaron hasta la calle Arturo Prat para corroborar lo que minutos antes confirmaba el llamado de emergencia del Cuerpo de Bomberos.
Un nuevo siniestro comprometió el patrimonio y el futuro laboral de los vendedores, quienes constataron la forma como el rebelde fuego se apoderaba del segundo nivel del edificio estrenado el 2013.
La pobladora ancuditana expresó que "cuando bajamos el fuego estaba por las cocinas y de allí recuerdo el incendio anterior cuando lo perdimos todo y ahora, gracias a Dios, que se salvó la mitad de la feria".
Recordó Mansilla que en forma reciente había postulado y ganado un proyecto gracias al Capital Abeja Emprende que funciona bajo el alero del Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec). Estimó las pérdidas de su local en una suma cercana a los 5 millones de pesos.
En tanto, Pedro Cárcamo, propietario del restorán El Chilotito, corresponde a otro de los damnificados por la voracidad del siniestro que una vez más hipotecó su fuente de trabajo y la cuantiosa inversión lograda tras levantarse del incendio de la antigua feria.
"Fui a mirar allí y estaba mi local el cien por ciento quemado, vi mis mesas, mis sillas, todo, y no quedaba nada", relató, junto con exponer que "cuando llegué vi cómo salía el gas hacia arriba, había que cortar las cuatro salidas de gas desde abajo".
En un balance poco alentador el comerciante gastronómico precisó que "estamos en las mismas que hace años atrás, he estado en dos oportunidades perdiendo mis cosas". La destrucción de su establecimiento le arrebató una inversión que se empina por sobre los 20 millones de pesos.
BOMBEROS
Cinco compañías del Cuerpo de Bomberos de Ancud desplegaron todos sus recursos para atacar la voracidad de las llamas que invadieron el segundo piso de la feria, correspondiendo al ala norte de la imponente y céntrico inmueble municipal.
El reloj marcaba las 0.18 horas cuando la alarma bomberil alertó la tranquilidad de la noche, para revivir así uno de los episodios más tristes de la vida de más de un centenar de locatarios de diversos rubros de la actividad productiva local.
Danilo Díaz, comandante de la institución de emergencia, declaró que el voluntariado hizo frente a diversas dificultades ante el siniestro que amenazó con arrasar con toda la construcción.
"Cuando llegamos nos encontramos con una alta complejidad dentro del inmueble en el segundo nivel, donde se vio bastante fuego en el interior; después del reconocimiento se vio que el (incendio en el) segundo nivel estaba bastante avanzado", subrayó el oficial.
En su apreciación preliminar el bombero calculó "entre un 50 y un 60 por ciento por la destrucción del fuego, el agua que también hace lo suyo".
PERICIAS
Por disposición del Ministerio Público se solicitó la concurrencia del Laboratorio de Criminalística (Lacrim) de la PDI de Puerto Montt que durante horas de la mañana hizo los peritajes fotográficos y planimétricos del área devastada por el siniestro.
Las causas basales del incendio no han sido determinadas por la investigación bomberil. Desde la Municipalidad de Ancud se confirmó la existencia de seguros comprometidos respecto a la estructura, siendo distinta la situación de los damnificados y sus pertenencias. J
"El fuego estaba por las cocinas y de allí recuerdo el incendio anterior", Catalina Mansilla, dueña de la cocinería La Voladora.
"Llevo como siete años trabajando en el rubro. Uno se deprime totalmente, ya que acá era como mi casa y nunca pensamos que se iba a quemar; uno recuerda cómo fue el incendio anterior y cuánto tiempo anduvimos por las calles", recordó.
"Yo he estado en dos oportunidades perdiendo mis cosas. Todavía tengo deudas en el banco del primer incendio, porque las renegocié para que se hagan más largas e incluso estuve un año sin pagar", aseguró el empresario gastronómico.
"A mí no se me quemó y no mojó nada, pero el hecho de sacar mis cosas, con la desesperación que ya nos había pasado una vez, ¿de qué nos sirve? Porque todo lo que eran quesos, mermeladas se tiraron a la calle", dijo la vendedora.
"Sufrí daños por el agua y el humo, tenía harta mercadería, como hubo un feriado largo teníamos mercadería guardada y no hemos visto en qué situación está; todos los locales de pescadería están afectados", afirmó el popular "Cordero".
El presidente del Consejo Regional de Los Lagos, Pedro Soto, señaló que se estudiará la posibilidad de redistribuir los 80 millones de pesos que iban a financiar las obras de mejoramiento de la Feria Municipal.
Se trata de un proyecto recientemente adjudicado por la vía de un contrato directo. "Estamos conversando con el ejecutivo para ver de qué manera puede a partir de esta emergencia redistribuir estos recursos, tomando en consideración que aquí hay seguros comprometidos", expuso el consejo regional ancuditano.
En esta misma línea, el político aseveró que se iniciarán las gestiones para financiar un nuevo proyecto que cuente con aportes de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere) "para ir en una pronta restauración de este edificio", justificó.
"Tuve pérdidas totales, no quedó nada; tengo cuatro trabajadores en tiempo de invierno. Lo que vamos a instalar es una mesa de trabajo y vamos a ver de qué forma vamos a salir adelante; pienso que es muy difícil, el lugar quedó destruido", calificó.
"Más que pensar en mí, pensé en mis compañeros, cuando ellos vieron que se les quemó todo, para ellos fue mucho más triste porque fue un grupo grande; hoy día estamos hablando de un solo local de artesanía que fue el mío", reconoció.
"Fui a mirar y
estaba mi local
cien por ciento
quemado, vi mis
mesas, mis sillas,
todo, y no
quedaba nada".
Pedro Cárcamo,
Catalina Mansilla, dueña de cocinería La Voladora
Pedro Cárcamo, propietario de restorán El Chilotito
"Yo calculo entre
un cincuenta y
un sesenta por
ciento la
destrucción".
Danilo Díaz,
Sonia Zúñiga, productora hortícola.
Mario Garrido, de la pescadería El Cordero.
Abraham Peralta, dueño de restorán Los de la Minga
Betty Comicheo, vendedora de artesanía