Guardia teme perder la visión tras ser atropellado
Pedro Bárcena González
Galvarino Riveros se ha convertido en una de las calles más peligrosas en Castro. Numerosos accidentes ponen en evidencia no solo el accionar irresponsable de conductores o peatones, sino también la deficiente señalización y el pésimo estado del pavimento.
Un nuevo siniestro vial confirma estos factores. Durante la noche de este jueves, un trabajador sufrió el violento impacto de un jeep guiado por una profesora de 54 años, cuando intentaba cruzar la concurrida arteria en la intersección con El Arrayán. Tan fuerte fue el atropello que la víctima salió despedida a un costado de la vía, cayendo sobre un grifo del sector.
Con heridas de mediana gravedad resultó Juan Lebtún Mayorga, quien incluso deberá someterse a diversos exámenes y tratamiento para salvar su visión del ojo derecho. El charco de sangre que quedó en sitio del suceso reflejó la seriedad de sus lesiones.
SAMU
En un primer momento, el guardia de seguridad fue auxiliado por personal del Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAMU). El reanimador Sebastián Schmöltz señaló que al llegar "nos encontramos con un paciente que permanecía consciente y que sufrió un impacto de mediana energía al cruzar por un paso habilitado".
El profesional recalcó que el afectado "presentaba heridas cortantes frontales y en el mentón, como otras contusiones en sus extremidades".
Después de ser inmovilizado, el vigilante fue remitido al Hospital Augusto Riffart donde se trataron sus profundas heridas. Posteriormente, se trasladó a la persona a la Asociación Chilena de Seguridad.
En tanto, Carabineros abordó el procedimiento de rigor. Como enfatizó el capitán Esteban Escobar, el conductora "fue detenida por instrucción del Ministerio Público y luego dejada en libertad en espera de citación para comparecer por este caso de cuasidelito de lesiones menos graves". J
Preocupado por su estado de salud, pero consciente que "la pude sacar peor", se mostró Juan Lebtún. El guardia relató el violento accidente que sufrió en los instantes en que se trasladaba a su lugar de trabajo.
"Iba al supermercado Unimarc a cumplir con unas labores administrativas y al cruzar por el paso peatonal veo que se viene un jeep blanco que me pega y me tira a un costado de la vía. Caí de cabeza en un grifo que terminó empapado de sangre", aclaró con la evidencia de los parches que tapan su rostro.
La víctima indicó que "botaba sangre por todos lados" y que después de ser dado de alta se encuentra realizando una serie de exámenes, en especial, para analizar la lesión sufrida alrededor del ojo derecho.
"Me dijeron que podía perder el ojo, debo ir a ver un especialista a Puerto Montt", apuntó el trabajador que no ha tendido contacto alguno con la conductora del vehículo que lo atropelló.