Pedro Bárcena González
Claro y rotundo. Así se mostró el fiscal Rodrigo Valladares para explicar que la investigación por la desaparición y muerte de Claudio Manquemilla avanza a buen tranco, descartando de plano la existencia de irregularidades en la exhumación que se realizó al cadáver y en las nuevas pesquisas tanatológicas efectuadas por los peritos.
El 5 de octubre se retiraron los restos óseos del joven fallecido en julio del 2011. En el cementerio del sector Terao, comuna de Chonchi, se realizó la pesquisa que encontró fuertes reparos de parte de la familia de la víctima. Incluso, el médico forense Luis Ravanal, quien apoya a los parientes en este caso, criticó esta diligencia calificándola como "express" y con numerosos "errores" en su ejecución. Es más, analizan solicitar una nueva exhumación.
Sin embargo, el persecutor detalló que el despliegue, tanto en el camposanto chonchino como en la Unidad Médico Forense de Castro, donde se analizaron las osamentas, cumplió con los objetivos trazados. Y él supervisó directamente estas acciones.
"Se realizó este procedimiento por solicitud de la Fiscalía y fue acogida bien por la familia, que acusaba que la autopsia inicial al cuerpo de la víctima fue insuficiente. Por ello se coordinó con el perito que ellos contactaron. Estuve presente en toda la diligencia para salvaguardar cualquier observación de los intervinientes, concordándose que visualmente no existía evidencia de intervención de terceros en la muerte", apuntó el abogado.
Asimismo, el profesional negó que los estudios preliminares en la sala forense hayan sido escasos. Fue enfático en señalar que "las pericias tanatológicas se realizaron a plenitud". Incluso, recalcó que tal como lo había solicitado Ravanal, "cada una de las piezas óseas se analizaron y sin observaciones. Ese era el sentido, análisis visual y toma de muestras".
objetivo
Valladares reiteró que el despliegue no apuntaba a otro horizonte, ya que el análisis acabado y científico estaba contemplado para los laboratorios. Un paso que se siguió, remitiendo las muestras obtenidas por Iván Pavez, perito del Departamento de Medicina Criminalística de la Policía de Investigaciones Metropolitana, a la examinación antropológica en el Servicio Médico Legal (SML) de Concepción.
A su vez, con el objeto de no "contaminar" los resultados de las muestras, la evidencia recogida por el experto que colabora con la familia de la víctima fue remitida al SML de Santiago.
El fiscal manifestó que "no se observaron complicaciones en todo este trabajo. Se reconstruyeron todos los restos óseos de Claudio Manquemilla, elemento por elemento. No es efectivo que se dejaron de hacer algunas diligencias".
Bajo este contexto y buscando poner paños fríos al caso, el persecutor apeló a la sensatez. Todo con la misión de avanzar de la mejor forma en la indagatoria.
"Hago un llamado a la responsabilidad y consideración por el sufrimiento de la familia por esta causa. Nosotros estamos realizando el trabajo y tenemos como fin esclarecer lo sucedido con el joven", resumió el representante del Ministerio Público. J
Miguel Loncón, vocero de la familia Manquemilla, dijo que "solicitaremos una nueva exhumación por los errores en este procedimiento". Sobre esa solicitud, el fiscal Rodrigo Valladares, no se pronunció, explicando que "no podemos decir nada, ya que hay diligencias en curso". En cuanto a la rápida entrega del féretro por parte del SML, el persecutor indicó que "se realizó por un tema de salubridad, no podía mantenerse en Castro por seguridad biológica". Descartó la descoordinación en este trámite.