Para nadie es desconocido que la política en todos los niveles, hoy está desprestigiada. Esa es una afirmación a la que se llega por muchos factores, no solamente por bullados casos como Caval, Soquimich o Penta, sino también, entre otros, por el abandono de algunas autoridades elegidas de manera popular que solo aparecen cada cuatro u ocho años con ofertas de campaña, variados regalos o un lindo discurso.

Sin embargo, en medio de esa realidad sí hay senadores, diputados, alcaldes, concejales y consejeros regionales que hacen el trabajo, que la ciudadanía encomendó.

Igualmente hay que reconocer a algunos partidos de la Nueva Mayoría que se atrevieron a hacer primarias el 14 de marzo para elegir a sus representantes a la alcaldía, porque ello contribuye a prestigiar la política.

En este punto la Alianza por Chile, lógico que está en deuda. Pronto saldrá la Ley de Primarias. Esperamos que todos los partidos políticos muestren altura y coloquen a sus mejores nombres para que los ciudadanos puedan elegir de manera democrática a sus representantes, por el bien de cada comuna o de cada territorio.

La gente se cansó de blindajes, negociaciones de cocina o nominaciones con el dedo. Eso no debería volver a ocurrir. Hoy las primarias son una necesidad imperiosa para dignificar la política. Los partidos tienen la palabra, nuestra gente el lápiz y el voto.