Una legislación permisiva, obsoleta, que necesita urgente ser cambiada, y pasar del discurso a la acción son necesarias para combatir la crisis hídrica que vive nuestro territorio, para ello como señala Nelson Cárcamo Encargado Medio Ambiente del municipio, debemos partir cuidando y protegiendo los GLACIARES CHILOTES (curiosamente no son de hielo) se refiere a proteger las "turberas", "pomponales", riqueza sobreexplotada producto de las concesiones mineras, aquí algo más debiera decir el Ministerio del Medio Ambiente ???. La turba es materia orgánica que consta 90% agua y 10% de plantas, se conserva por miles de años debido a una combinación de saturación permanente, bajos niveles de oxigeno y altos niveles de acidez. Son fundamentales debido a la regulación del ciclo hidrológico, tienen una gran capacidad de retener agua, recurso que por su explotación disminuye dramáticamente en la zona, las turberas operan como filtro natural hacia aguas subterráneas -un purificador natural- por excelencia. Además debemos exigir al Ministerio del Medio Ambiente que se genere una política con otros organismos del estado destinada a incentivar la acumulación de agua en periodos invernales para disponer de ella en verano, esto perfectamente se puede realizar en coordinación con los municipios los cuales a través del PRODESAL apoyan la pequeña agricultura en la zona. En nuestro territorio donde durante 10 meses del año la naturaleza nos nutre de suficiente agua, este vital elemento se termina perdiendo única y exclusivamente producto de nuestra falta de visión. Llegó la hora de generar un cambio en la mentalidad de todos, exigir de parte del estado soluciones reales, concretas y no simples proyectos que al corto andar terminan fracasando y afectando la calidad de vida de nuestros habitantes.