Luis Contreras V.
Diversas interpretaciones tanto políticas como sindicales ha generado el movimiento social del mundo de la pesca artesanal y que tiene su origen en los efectos ambientales y económicos causados por el fenómeno de la marea roja en el Archipiélago de Chiloé.
A siete días desde que estallara el conflicto y la resistencia del Gobierno a reconsiderar una propuesta económica distinta y superior, es que se ha insistido desde la comunidad en ratificar su lucha por reivindicaciones que atiendan la demanda de la gente de mar.
Para el presidente del sindicato de pescadores artesanales Río Pudeto, Rubén García, es de suma necesidad que sea el colectivo de dirigentes que saque adelante su demanda y la exponga ante las autoridades gubernamentales.
En tal sentido el dirigente ancuditano mencionó que este grupo "que debe trabajar el tema en consulta, ya que lamentablemente los otros actores son ajenos a la actividad propia de lo que es buceo y pesca artesanal, agradecemos su adhesión y apoyo, pero en el tema técnico tiene que ser tratado por el colectivo de dirigentes".
Con respecto al beneficio ofrecido por el Ministerio de Economía a la gente de mar el dirigente subrayó que "producto de las distintas situaciones del cual todo el país es conocedor los pescadores artesanales se merecen algo más que un bono".
Defensa
En tanto, el senador del PS, Rabindranath Quinteros, defendió la propuesta gubernamental del bono de 300 mil pesos y de 150 mil en forma mensual mientras persista el estado de emergencia por la existencia de la marea roja sentenciando que es fundamental zanjar el conflicto.
"Aquí lo primordial es destrabar la urgencia hay gente que necesita urgente una canasta familiar, que tenga plata para comprar recursos, lo que si veo y se lo he dicho a los dirigentes que no dejen pasar la oportunidad, después hay una mesa permanente para ver todo el tema de pesquería artesanal", dijo el legislador.
Por su parte, el diputado por Chiloé y Palena, Alejandro Santana, insistió que es el gobierno central que debe dar una señal hacia los pescadores en su propósito de buscar un camino de solución por las demandas sociales y económicas.
"El guiño lo tiene que dar el gobierno, tiene que liberar una plataforma de recursos que sean proporcionales a la dimensión de la catástrofe y hoy día eso está subvalorado y obviamente es difícil llegar a acuerdos cuando hay una desviación importante entre la realidad de la demanda versus la propuesta del gobierno", sostuvo Santana. Citó que el decreto de zona de catástrofe es un instrumento que ayuda a eliminar la burocracia en favor de las necesidades de la zona en desgracia.