Carolina Larenas Faúndez

En un punto crítico se encuentra el empleo en la provincia de Chiloé no solo por los miles de pescadores que no pueden desarrollar su actividad productiva por la presencia del veneno paralizante de mariscos (VPM), sino que también por las repercusiones que tendría la movilización que se extiende por 14 días.

Uno de los sectores impactados sería la salmonicultura. A los efectos del bloom de algas que dejó una merma en la producción se sumaría incluso el despidido de trabajadores frente a la imposibilidad de operación de las plantas.

Esta es una situación que preocupa a los dirigentes de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en Chiloé, ya que de producirse la crisis se podría incrementar en la provincia.

Así lo explicó el presidente provincial del organismo, César Navarro, quien comentó que dentro de los argumentos que se han esgrimido durante la movilización por la marea roja ha estado casi que la empresa salmonera debe desaparecer.

"Nosotros no estamos defendiendo a la industria, lo que estamos haciendo es cuidar los puestos de trabajo, entonces no es tan fácil decir que se vayan las salmoneras", expuso el dirigente, sumando que "este es el tiempo para que la industria realice un nuevo acuerdo social en el que se comprometa a hacer las cosas bien porque hoy está en el ojo del huracán".

Necesario

Del mismo modo, Navarro señaló que "la industria es una consecuencia más, es un mal necesario y si cierra o se va de la zona va a generar una nueva crisis de cesantía porque es una de las principales fuentes de absorción de mano de obra en la zona".

Junto con ello, el dirigente de la CUT lamentó "la tardanza del Gobierno para dar respuesta a las justas demandas de los pescadores artesanales, la falta de coordinación sobre todo en las vocerías, los problemas en el pago de los bonos a los pescadores y lo indignante que resultó para las familias la entrega de canastas familiares con alimentos en mal estado".

Frente a la imposibilidad de acceder a combustible, el servicio de retiro de basura domiciliaria de la comuna de Castro solo se realizó hasta ayer, a la espera que se restablezca la normalidad en la provincia.

Así lo indicó el alcalde, Nelson Águila, indicando que durante los días de movilización se intentó hacer frente a esta problemática con los medios existentes e incluso se depositó la basura en grandes contenedores en el estacionamiento del Parque Municipal. "Me informaron que los camiones ya no tienen combustible ", afirmó el jefe comunal.

Dirigentes de cuatro empresas salmoneras presentes en la zona entregaron una declaración pública en la que junto con apoyar el movimiento que han sostenido por casi dos semanas los pescadores artesanales en la provincia manifestaron su preocupación porque su fuente laboral se ve afectada.

Agrupaciones de trabajadores de las empresas AquaChile, Salmones Austral, Multiexport y Yadrán firman el documento, en el que realizaron un llamado al Gobierno y a los parlamentarios "a escuchar la problemática que viven los pescadores y mariscadores de la zona sur de nuestro país y que ha afectado, principalmente a nuestros hermanos de Chiloé y del resto de la región".

"Estamos aquí para dar a conocer el grave problema que nos aqueja debido a la paralización que afecta a la zona. Este conflicto ha dejado sin fuente de ingreso a miles de personas que directa o indirectamente viven del mar", da cuenta uno de los puntos de la declaración.

Además, sostiene que "ante la demora en dar una solución a nuestros compañeros pescadores, la desesperación de la gente afectada ha forzado a tomar decisiones drásticas y desesperadas, desencadenando un fuerte desabastecimiento y la imposibilidad de trabajar a las personas que todavía tienen trabajo en la región".

Igualmente, expone que "entendemos el sufrimiento de la gente que se ha visto afectada por la catástrofe, pero los efectos sobre nuestros trabajos, nuestras familias y nuestras vidas nos están provocando un grave daño".