Hay un dicho conocido que dice 'después del temporal, viene la calma', pero lamentablemente ese dicho no cuadra en estos días en la región. Después de casi tres semanas de paro, todavía no se vuelve a la normalidad. Hay mucha gente sin trabajo, ferias sin vender, orilleras sin extraer mariscos. Una buena noticia se dio el lunes, dentro de todas las malas: se abrieron varias áreas de miltilicultura para extraer choritos.

Hoy el Estado tiene un gran compromiso, con más de 15 comunas que firmaron los petitorios, y hay mucha esperanza en ellos: bonos, mesas de trabajo, estudio para cuotas, financiamiento de ferias, etcétera. Soy un convencido que para levantar Chiloé, nadie sobra, pero cada uno en su rol: senadores, diputados, alcaldes, concejales, consejeros regionales, que son los que se deben a la gente, por la votación popular, y lógico que los dirigentes van a ocupar un lugar predilecto para que se cumplan los compromisos.

Yo creo que por estos días se deberían olvidar que hay elecciones este año, porque las críticas de algunos no son la solución a los problemas que hoy nos aquejan. Mención especial a los alcaldes que anduvieron adelante apoyando, y una pena los que estuvieron en sus oficinas.

Felicitar esa gran lucha que dieron los pescadores y nuestra gente en la región, a cara descubierta, sin capuchas, ni piedras, ni bombas, solo con propuestas. Ojalá que nuestro mar se sane de este envenenamiento.

No sé si vale la pena comentar la demanda de los salmoneros porque perdieron recursos por el paro. Todavía siguen callados por el vertimiento de salmones podridos.

Ojalá salgamos adelanten. Y para eso nadie sobra.