Innovación tecnológica para disminuir la pobreza
Como país nos vanagloriamos de pertenecer al selecto grupo de países en vías de desarrollo, sin embargo, las cifras reales de Chile ocultan una verdad escondida en los recónditos sectores rurales de nuestra región, especialmente de Chiloé, donde el 6 por ciento de su población no tiene acceso al agua potable, 10 mil personas de sectores aislados no cuentan con energía eléctrica, una cifra muy superior en el acceso a alcantarillado y telecomunicaciones.
Sin duda, disminuir esta brecha de acceso a servicios básicos pasa finalmente por sus altos costos y su baja rentabilidad social, el injusto factor en la evaluación de proyectos que no hemos logrado como autoridades revertir a la hora de la inversión fiscal y que, por respeto a las comunidades aisladas, no podemos seguir contabilizando la cantidad de beneficiarios versus el presupuesto para cumplir con resolver las necesidades básicas de las familias.
El trabajo realizado por jóvenes ingenieros chilotes con el apoyo de Corfo que crearon un prototipo de una planta de tratamiento y regulación de agua potable modular es el camino correcto, una clara señal de que el desarrollo de la tecnología puede estar al servicio de la comunidad, solucionando no solo la problemática de los altos costos, sino también los tiempos de ejecución y aprobación considerando que en promedio la aprobación de los proyectos técnicos de APR demoran mínimo cuatro años, habiendo casos en los que estos han llegado incluso a más de una década de espera.
Espero que este avance cuente con el apoyo del Gobierno Regional y los municipios para hacer de este prototipo un nuevo sistema que permita disminuir la desigual de acceso de las islas y los sectores aislados, como también destaco el apoyo de Corfo con el emprendimiento y es necesario que se promueva este y otros desarrollos innovadores que solucionan un problema real de la comunidad.
Columna
Iván Moreira Barros,, senador por la Región de Los Lagos