Actualmente se vive una crisis de credibilidad de las instituciones políticas a nivel general. El financiamiento ilegal de las campañas políticas, el clientelismo político y la desalineación de los objetivos de los partidos con los de la ciudadanía, ha mermado la capacidad que históricamente tuvieron los partidos políticos de liderar el país y velar por el bien común. La caída en la participación en las dos últimas elecciones, tanto presidenciales como de alcaldes y concejales es un efecto directo de esta desafección entre el ciudadano de "a pie" y la llamada "clase política".

En este contexto y con la proximidad de las elecciones de concejales y alcaldes en nuestra provincia, seguramente aparecerán varios candidatos autodenominados "ideales" para ser concejal y/o alcalde y liderar los destinos de nuestras comunidades.

Adicionalmente, en las elecciones de octubre el telón de fondo será la postrimería una de las mayores crisis sociales y medioambientales que ha sufrido nuestro archipiélago en su historia reciente, por lo que el candidato ideal deberá necesariamente llamar a la participación ciudadana a través del voto, y en vez de prometer con palabras pirotécnicas y sin un plan de acción para alcanzar sus propósitos, deberá alinearse con la ciudadanía en post de objetivos comunes, de lo contrario nuestra provincia - como le sucedió en la crisis de este año - sufrirá por una clase dirigente local autocomplaciente, populista y carente de ideas innovadoras para aportar el desarrollo sustentable que nuestro Chiloé necesita y merece. Para finalizar, en estas elecciones el candidato ideal, más que conseguir el voto para ganar una cuotilla de poder, debe propender a la instalación de temáticas y acciones que permitan proyectar a un Chiloé en el cual se armonice el crecimiento económico con nuestro medioambiente y patrimonio local.