Depravado pasará 12 años en la cárcel por ultrajar a niñita
Tribunal acreditó los ataques contra una pequeña en Quellón.
Acogiendo la circunstancia agravante del abuso de confianza, un sujeto fue sentenciado en las últimas horas a 12 años de cárcel por los constantes ultrajes perpetrados contra una niñita en Quellón. Aprovechando que la víctima es la nieta de quien era su pareja, el acusado procedió a agredirla sexualmente.
Los aberrantes ataques se produjeron entre los años 2011 y 2014 al interior de una vivienda emplazada en el Barrio Industrial de la ciudad porteña. Tal como quedó acreditado en el juicio realizado en el Tribunal Oral en lo Penal de Castro, el isleño de iniciales F.S.C.C. en varias oportunidades violó a la niñita, que tenía al momento de comenzar esta pesadilla apenas 8 años.
La sala presidida por el magistrado Pablo Álvarez desvirtuó la presunción de inocencia del imputado, después de valorar la prueba expuesta en audiencia, principalmente el testimonio de la pequeña. Apoyada por profesionales, la menor declaró en la sala especial revelando los recurrentes episodios de violencia sufridos por quien consideraba un abuelo, en los momentos en que se quedaba a su cuidado.
De acuerdo a lo señalado por el fiscal Rodrigo Valladares, quien instruyó las diligencias por este caso, desde el instante en que la afectada develó los antecedentes en su colegio y se formalizó la denuncia, el rango de pena se ajusta a lo invocado durante el juicio.
"Se mantuvo el presidio mayor en grado medio. Solicitamos el rango máximo, 15 años de reclusión, por lo cual está dentro de la pretensión punitiva el margen por el cual se estableció la sentencia", dijo el persecutor.
Principio
Asimismo, el representante del Ministerio Público explicó que en esta reciente resolución judicial, los magistrados aclaran su postura de abarcar dentro de una condena el delito de abuso sexual por el cual también se presentó acusación.
"El tribunal se hace cargo de la determinación del abuso sexual bajo el principio de consunción; es decir, se subsume en el delito más grave, esto es la violación", apuntó el profesional, aclarando el razonamiento de los sentenciadores.
El isleño se encuentra privado de libertad en la cárcel de la capital chilota desde octubre del 2014, mes en que fue encausado por estos hechos, por lo cual los 22 meses en que ha permanecido tras los barrotes se descontarán a su condena una vez que el dictamen judicial quede ejecutoriado.
Justamente, este paso que marcaría el término de la causa podría esperar, debido a que el defensor Rodrigo Rojas analiza la posibilidad de recurrir de nulidad ante la Corte de Apelaciones.
El abogado confirmó que se tomará el plazo legal de 10 días para estudiar este requerimiento, considerando que la pena impuesta a su representado fue muy superior a los 5 años y un día de presidio que solicitó.
"Se acogió la agravante, lo que discutimos en audiencia", apuntó el defensor, sumando que "no queda establecida la extensión del mal causado".
Accesorias
Los sentenciadores condenaron al acusado a las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos. También establecieron la sujeción a la vigilancia de la autoridad por los 10 años siguientes al cumplimiento de la pena principal. Una vez ejecutoriado el fallo, dispusieron la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de condenados.
10 años bajo la sujeción de la vigilancia de la autoridad estará el sujeto tras cumplir la pena principal.
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