Luis Contreras Villarroel
Con diversas lesiones en el rostro y cráneo resultó el conocido abogado castreño Hugo Oyarzún González, tras sufrir un violento episodio en la puerta de su oficina ubicada en la calle Esmeralda, en el centro de la capital provincial.
El hecho delictual se produjo al término de la jornada del viernes en momentos que el jurista regresaba de efectuar unas compras y cuando sus funcionarios ya se habían retirado.
Oyarzún, de 78 años de edad, relató que el asalto fue perpetrado por dos sujetos, quienes actuaron a rostro descubierto en los precisos instantes en que procedía a cerrar con llave la puerta desde el interior de su edificio. Acotó que los antisociales tenían como objetivo arrebatarle el dinero con que contaba.
El exjuez de policía local jamás imaginó las intenciones que ocultaban los maleantes que lo sorprendieron. "Eran dos personas, uno que venía acá y el otro detrás de él, estaban a rostro descubierto y me defendí", recordó el profesional.
Señaló que la golpiza en su contra se cometió en el acceso a la escalera de su oficina, desde donde repelió la agresión por parte de los jóvenes delincuentes, quienes le propinaron golpes de puño y con un objeto para ocasionarle una contusión ocular y una herida en el cuero cabelludo.
"Para mí que me pegó con un aparato, una especie de celular o algo, pero no era madera, sino me hubiese cagado", mencionó.
El jurista sumó que en el atraco los asaltantes escaparon con las manos vacías con rumbo desconocido, dejándole solo marcas en la cabeza a raíz de la violenta agresión.
Asimismo, Oyarzún recordó que en el período veraniego pasado había sido víctima de un robo en su propiedad que cobija tanto su residencia como su gabinete, siendo esta la primera vez que se ve enfrentado a unos delincuentes cuando aún no caía la luz del día en la ciudad.
El hombre de leyes sostuvo que se abstuvo de realizar la denuncia en Carabineros de Chile, considerando la burocracia y el prolongado tiempo que reviste investigar este tipo de hechos.
En este sentido hizo ver la debilidad que tiene la actual legislación respecto a este tipo de fenómenos delictivos que ocurren con cierta frecuencia en la comunidad.
"Los fiscales me han pedido que haga la denuncia, pero no quiero perder el tiempo", concluyó.
"Eran dos personas, uno que venía acá y el otro detrás de él, estaban a rostro descubierto y me defendí"."
78 años tiene el jurista que ha cumplido diversas funciones públicas en Chiloé.