A César Antonio Campos, conductor de "Manos al fuego", no le dan respiro. El rostro de CHV inauguró una cafetería familiar y cada vez que acude a trabajar, se dedica a resolver las dudas amorosas de su clientela.
"Cuando me acerco a atender algunas personas se asustan, porque piensan que estoy grabando para 'Manos al fuego'", dice el periodista.
Campos cuenta que disfruta su negocio: "Cuando voy al local, creo que lo que menos hago es trabajar. Converso con la gente. Me piden consejos de amor. Me preguntan cosas, también por redes sociales, de actitudes sospechosas de sus parejas. Más que de amor, me piden consejos sobre infidelidad y de cómo darse cuenta si su pareja anda en malos pasos".
-¿Por qué surgió la idea de poner una cafetería?
-La televisión está tan difícil. También era un sueño familiar. Mi mamá tenía ganas de tener un local y a mí me ha permitido acercarme más a la gente. El otro día hablábamos con mi mamá y queremos tener dos sándwiches especiales: uno para fieles y otro para infieles. La diferencia es que uno va a tener un sabor más picante y otro más agridulce.
-¿Qué función cumple en su local?
-A mí me gusta atender las mesas. Me quedo conversando con la gente. Me preguntan por el programa, por cómo se puede hacer para participar. Con mi familia estamos muy contentos con el negocio.