Cocinerías de la Feria Municipal se quejan por los pocos turistas
Luego del amplio receso de los locales por el incendio del invierno del 2015, este verano está al debe con la clientela de los restaurantes que funcionan en el segundo piso del céntrico edificio ancuditano.
Este es el primer verano que funcionan luego del incendio que las afectó en julio del 2015. Son las cocinerías de la Feria Municipal de Ancud. Fue a inicios del noviembre último cuando los comedores comenzaron nuevamente a recibir a su clientela.
Con sus puertas abiertas durante toda la semana, este recinto no solamente es un importante centro comercial para los ancuditanos, sino una visita obligada para todos los que llegan hasta el norte de Chiloé. El ruido de los locales y los coloridos pasillos de artesanía se mezclan con las aromas provenientes de estos restaurantes que invitan a probar su cocina. Platos típicos con pescados y mariscos, como pailas marinas, mariscales fríos o calientes, además de cazuelas, pastel de choclo y humitas, son una verdadera tentación para los turistas.
No obstante, la evaluación en lo que va de temporada estival, fundamentalmente en enero, no ha sido positiva por parte de los dueños de los locales, quienes ven que el negocio no ha podido recuperarse después del cierre obligado. Así lo dejó de manifiesto Carlos Zúñiga, dueño del restaurant La Estación.
"El año en curso el turismo ha estado malo, yo considero que del 100% que estábamos acostumbrados a recibir de turistas, habrá llegado un 25%. Ha sido un año bastante malo para sacar cuentas positivas, y esperamos que este mes haya un flujo que mejore un poco ese índice", consignó el emprendedor.
Por su parte, Abraham Peralta, propietario de Los de la Minga, indicó que "ha estado bastante bajo lo que es la afluencia de público, está repuntando ahora en febrero; esperemos que tengamos una buena afluencia de público, aunque sabemos que estamos pasando por una crisis, en general de todo el país, pero tenemos esperanza de que el clima ha mejorado también".
Coinciden en que el terremoto que afectó a Chiloé en Navidad y las malas condiciones climáticas durante los primeros días del año han sido claves en la baja de los visitantes. A esto se suma la crisis de marea roja del 2016 que también ha traído consecuencias negativas para la promoción del destino. Según datos de la Asociación de Turismo de Ancud (ATA), organización que reúne a dueños de hoteles y hospederías, este verano la ocupación ha disminuido en un 20% respecto a 12 meses atrás, situación que afecta directamente al mundo gastronómico.
"Uno de los factores principales factores es que el año pasado hubo una supuesta marea roja acá y eso afectó mucho; el público todavía está pendiente de eso, tiene recelo de comer mariscos pero eso no es así. Lo otro que también ocurrió es que acá hubo un temblor en nuestra ciudad, en nuestra provincia, y lo catalogaron de terremoto, eso creo que fue muy grave, eso ocasionó de que el turista no venga hasta el momento", precisó Peralta.
Misma opinión la de Catalina Mansilla, a cargo del restaurant La Voladora, quien apuntó que "en el mes de enero ha habido poca concurrencia de público, pero esperamos que en este mes de febrero, lo que queda, se mejore porque estamos ofreciendo un servicio bueno a las personas que vienen a visitarnos: comidas naturales, frescas, y que le pierdan el miedo a los mariscos y pescados, porque está todo rico".
Respecto a las razones que han influido en la baja de sus ventas, la empresaria sostuvo que "a lo mejor es miedo por parte de las personas por el terremoto que hubo el 25 de diciembre, que fue una cosa que no nos perjudicó en nada, en algunos sectores claro, por la rotura de carreteras, pero eso está todo arreglado. Esperamos que en febrero vengan a visitarnos".
Ata
María Teresa Cataldo, presidenta de la Asociación de Turismo de Ancud (ATA), también hizo referencia a este tema, acotando que "mis socios no han tenido la capacidad del 2016. Lo asociamos a varias cosas, primero que acá en Ancud tenemos problemas de ser demasiados informales, que hacen que se abaraten los costos".
Agregó que "creemos que también esto fue parte del terremoto, de la marea roja que todavía es un tema. Ojalá esto dé un vuelco porque el año pasado teníamos el 100 por ciento de capacidad, fue espectacular".
Y no dejan de tener razón, puesto son los mismos viajeros quienes confiesan que los fenómenos que han golpeado al Archipiélago en los últimos meses han provocado que los turistas prefieran ir a pasar sus vacaciones a otros lugares del país. Principalmente la marea roja ha mermado esas ganas que el público internacional tiene de probar la gastronomía insular en lugares como la Feria Municipal de Ancud.
visitantes
"Sí, al principio nosotros tampoco estábamos muy convencidos de venir a Chiloé, por el tema de los mariscos y todo aquello, había mucho temor, pero bueno, la gente de Ancud nos ha demostrado que no hay de qué temer", expuso Manuel Frene, turista argentino.
Por su parte, Michael Hall de Alemania añadió que "se veía por la televisión todo esto que ha pasado en Chile, acá en Chiloé, pero yo les digo a todos de que tienen que venir a conocer este lugar".
Después de un siniestro de proporciones que afectó al antiguo recinto en febrero del 2009, se comenzó con la reconstrucción del actual edificio, que fue entregado a los comerciantes a mediados del 2013. Sin embargo, la parte alta del edificio, precisamente donde están las cocinerías, nuevamente fue víctima de las llamas en julio del 2015, siendo arreglada, para volver a funcionar a principios del 2016. Claro que los locales gastronómicos recién lo hicieron en noviembre.
"Del 100% que estábamos acostumbrados a recibir de turistas, habrá llegado un 25%.
Carlos Zúñiga, dueño del restaurant La Estación."