Luis Contreras Villarroel
Con el apoyo de locales comerciales y aportes anónimos, la agrupación Voluntarios en Acción ha mantenido desde hace más de un mes el funcionamiento del comedor fraterno tras el cierre de la hospedería del Hogar de Cristo en Ancud, acontecida a principios de abril.
La medida de beneficencia surge a propósito del término del funcionamiento del programa que ofrecía la institución en su edificio de calle Lord Cochrane de esta ciudad, llegando a favorecer a cerca de medio centenar de personas en situación de calle.
Pura Olivares, coordinadora del equipo de voluntarios del comedor fraterno que funciona en la otrora filial ancuditana del HC, explicó que el servicio de alimentación se sustenta a partir de la solidaridad de algunos locales comerciales que aportan de manera regular para potenciar esta iniciativa solidaria.
"Nosotros pedimos colaboración a la comunidad, supermercados, carnicerías, nos colaboran en todo lo que es alimento y personas particulares también, entonces yo quisiera que nos ayudaran en poder promover para que la gente nos colabore", explicó.
La voluntaria dijo que cerca de 25 personas, entre hombres y mujeres, reciben almuerzo de lunes a viernes en el comedor que mantenía como programa el Hogar de Cristo.
Olivares manifestó que esta verdadera cruzada ha tenido un resultado favorable por parte de la ciudadanía al momento de entender cuál es el objetivo final que se busca con la entrega de este servicio.
"Somos como 19 voluntarios, los otros voluntarios se encargan de conseguirnos alimentos y esas cosas, ropa de invierno también, la idea es mantener el comedor y que no se nos acaben las donaciones", recalcó la encargada.
A su vez, el cocinero Nelson Alvarado mencionó que su labor estrictamente voluntaria se remonta incluso en la época en que la filial del HC atendía en la comunidad local.
"Llevo años trabajando en el hogar, pero como voluntariado estamos hace poco y trabajamos solo con el aporte de la gente, la experiencia ha sido bonita, excelente", consignó.
beneficiado
Hugo Huenchor, de 58 años de edad, quien es usuario del comedor fraterno, valoró la importancia de acceder a este beneficio que otorga Voluntarios en Acción.
"Esto es algo humanitario de parte del padre Hurtado, vengo de lunes a viernes y estoy conforme porque nos atienden, pido a las personas que andamos caídos y que nos apoyen para levantarse", exhortó.
En tanto, la también voluntaria Miriam Barría enfatizó que el comedor fraterno se ha mantenido gracias al aporte de un grupo de personas y de la comunidad local.
"Soy voluntaria desde que se inició el Hogar de Cristo, hace muchos años, y nosotros comenzamos después del cierre de la filial con el comedor fraterno", manifestó, añadiendo que "tenemos mucha acogida de comerciantes y particulares".
Hasta el cierre de la hospedería y el comedor del HC eran atendidas once personas, de los cuales siete se encontraban de forma permanente.
En aquel entonces se confirmó desde la institución la puesta en marcha del Programa de Atención Domiciliaria del Adulto Mayor.
"Pedimos colaboración a la comunidad, supermercados, carnicerías, nos colaboran en todo lo que es alimento y personas particulares también".
Pura Olivares,, coordinadora de, "Voluntarios en Acción"."