Pedro Bárcena González
Con una mirada de no muy buenos amigos se despidió de sus dos defensores el imputado de un feroz asalto en Castro, después de finalizar la audiencia en la cual quedó en prisión preventiva. El prontuario delictivo que atesora este antisocial proveniente de Temuco y la prueba recopilada por la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) fueron la clave para llegar a la cautelar más gravosa.
En la audiencia realizada ayer en el Juzgado de Garantía de la capital chilota, el joven de iniciales P.H.Q.S. (28) fue formalizado por robo con violencia, por el ataque perpetrado el jueves pasado contra las locatarias del minimercado Arco Iris, ubicado en calle Galvarino Riveros. Las víctimas fueron reducidas con gas paralizante y sufrieron la sustracción de unos 4 millones de pesos.
La magistrada Jesica Yáñez acreditó que el sujeto constituye un peligro para la seguridad de las víctimas y la sociedad, por lo cual dictó esta cautelar que fue invocada por el fiscal Javier Calisto, quien presentó una serie de antecedentes para sustentar esta medida.
Identificación
Tal como indicó el persecutor, una de las comerciantes "reconoció plenamente" al asaltante, después de su captura por parte de Carabineros del Retén Panitao, en Puerto Montt, en los momentos en que intentaba huir hacia el norte. Su aprehensión se registró el sábado y tras ampliarse este martes fue formalizado.
Además, otras evidencias presentadas para configurar el delito y la participación del joven se enfocaron en los datos policiales de la unidad especializada castreña, como también los peritajes efectuados por el Laboratorio de Criminalística (Labocar) que analizaron un espray que sería coincidente con el "gas pimienta" empleado contra las víctimas. Este implemento fue hallado en el auto en que viajaba el imputado, junto a un electroshock y más de un millón 200 mil pesos.
"Estos antecedentes fundamentan la existencia del robo con violencia y la intervención del imputado", acotó el abogado, sumando que la cautelar se sostiene "en la gravedad de la pena asignada al delito y por tener condenas anteriores por ilícitos de la misma naturaleza".
Según el jurista existe la reincidencia específica, exponiendo que el ladrón fue sentenciado a 5 años y un día de presidio el 2009 por un robo con intimidación. Además, el 2012 recibió 7 años de presidio por un robo con fuerza y este año fue condenado por un porte de arma.
El defensor Nelson Troncoso se opuso a esta precautoria, enfatizando que "no hay antecedentes de la existencia del delito" y que los hechos se enfocarían en un robo por sorpresa, por el accionar fugaz empleado por su representado, "que no provocó lesiones de mayor entidad". Además, recalcó que no hay precisión de la cantidad de dinero sustraída lo que sería crucial para establecer el asalto.
Pese a estos argumentos, la magistrada decretó la prisión preventiva y estableció un plazo para indagar de 90 días.
Pesquisas
Diversas diligencias quedan pendientes por este caso, las cuales son encabezadas por efectivos de la SIP de la Segunda Comisaría de Castro. Junto con la búsqueda del resto del dinero sustraído, las pericias se centran en dar con el paradero del segundo autor material del atraco. "Falta recuperar documentación y joyas, más una serie de pesquisas, cuyo éxito puede verse alterado con la libertad del imputado", indicó el fiscal Javier Calisto.