Una querella particular fue interpuesta en el Juzgado de Garantía de Ancud por el Centro de Apoyo a Víctimas en Chiloé, dependiente de la Subsecretaría de Prevención del Delito, por el homicidio frustrado cometido hace dos meses contra dos hermanos quemchinos que fueron brutalmente atacados a escopetazos.
A dos meses del delito que mantuvo con riesgo vital a Juan y Cristian Coñoecar Vargas, luego que recibieran sendos disparos casi a quemarropa por parte de un vecino tras una fiesta en la comuna de Dalcahue, se sumó esta acción legal. Con ella el coordinador de Chiloé del Centro de Apoyo a Víctimas, abogado Álex Contreras, aparte de sumarse a la persecución penal del Ministerio Público, solicitará varias diligencias en el plano investigativo.
"Buscamos una sanción para los autores de este delito que fueron víctimas los hermanos Coñoecar, que fue un delito violento que pudo haber tenido consecuencias mucho más nefastas que las ya graves consecuencias que presenta, por lo tanto, ellos como víctimas van a ejercer su derechos, solicitando el máximo de la sanción que la ley permita en este caso", señaló el jurista.
La fuente advirtió que los imputados arriesgan penas que van desde los 5 años y un día a los 10 años de presidio. Uno de ellos está en prisión preventiva y el otro con arresto domiciliario total, a lo menos hasta que dure la investigación, fijada en 4 meses.
El legista detalló que solicitará entre las diligencias la declaración de sus clientes y la reconstitución de escena del crimen.
testimonio
Cristian Coñoecar, uno de los afectados, recibió un tiro de escopeta en el cuello, que lo mantuvo en coma durante varios días y en riesgo vital. Su hermano, Juan, tuvo otro impacto en el hombro, que también lo tuvo al borde de la muerte e internado en Valdivia.
"Cuando desperté del coma estaba con tubos y no podía hablar, podía haberme muerto o haberme vuelto loco, pero me salvé gracias a Dios y ahora lo que pido es que se haga justicia y les den la pena que merecen estas personas", mencionó el menor de los familiares.
El joven de 20 años recordó que fueron atacados la madrugada del domingo 10 de septiembre pasado él y sus dos hermanos luego de la fiesta. Primero uno de los imputados disparó a Juan y "cuando iba a rematarlo yo me interpuse para pedirle que no lo hiciera y me disparó a mí", concluyó.
Eduardo Burgos Sepúlveda
eduardo.burgos@laestrellachiloe.cl