Natividad E. y Camila E. Medios Regionales
La ansiedad por conocer los resultados de los cerca de 300 mil jóvenes que rindieron la Prueba de Selección Universitaria (PSU) terminará, por fin, el próximo martes, cuando se sepan los puntajes obtenidos en el examen. Claro que entonces comenzará una nueva ansiedad: la de saber si quedará en la carrera deseada.
La jefa de carrera de Psicología de la Universidad del Pacífico, Carmen Gutiérrez, sostiene que si no obtuvo un buen puntaje, debe "evaluar las razones de ese resultado y diferenciar entre las causas; cuáles son las que se pueden modificar y cuáles no. Ese análisis va a definir los escenarios posibles y, con ello, los cursos de acción".
La experta advierte que los resultados de la PSU no son los únicos elementos para decidir una posible acción a seguir, y que tampoco definen las capacidades de una persona.
"En este punto es fundamental el rol de los padres", recalca.
La oferta académica
Sobre qué hacer tras obtener los resultados, Alejandra Cheyre, psicóloga de la Facultad de Educación de la Universidad del Desarrollo, plantea que "todo dependerá de la oferta académica que haya en ese momento. Hay algunas carreras afines a las cuales se puede ingresar, para luego cambiarse con la primera opción. Algunos estudiantes deciden preparar nuevamente la PSU, tomando conciencia de que la causa de un mal puntaje fue la baja preparación".
Añade que para optar por una alternativa hay que tener claro que "todas estas decisiones son muy relativas, ya que dependen del tipo de carrera a la que se postule, a las normativas y reglamentos de admisión que tenga cada universidad, y a las opciones de financiamiento universitario que tenga ese estudiante".
Segunda opción
El decano de Psicología de la Universidad San Sebastián, Claudio Orellana, subraya el valor de vivir la frustración y no entrar a una carrera sin estar convencido, "o solo por satisfacer las expectativas de la familia. Lo anterior no quiere decir que no se pueda estudiar algo que no estaba en el horizonte de posibilidades iniciales; pero hay que hacerlo teniendo claro que puede que requiera un tiempo sentirse cómodo en esa carrera".
Sergio Espinoza Parra, psicólogo y académico de la Universidad Bernardo O'Higgins, cataloga que evaluar una segunda alternativa de carrera si es que no le alcanzó el puntaje de la PSU para su opción inicial, ayudará a preguntarse: ¿Para qué soy bueno? ¿Qué es lo que me gusta hacer? Esto, de manera de que "la posibilidad de encontrarle sentido a la segunda opción parta de una adecuada madurez vocacional, de saber cuáles son mis intereses, cuáles son mis motivaciones y necesidades".
"Cuando se logre saber para qué se es bueno, se define un área, de esta manera se puede tener una primera, segunda o tercera opción enmarcada en esa área y que tiene sentido para el joven postulante", destaca el académico.
preuniversitario
El experto menciona que, en caso de estar indeciso, una buena opción es realizar un preuniversitario.
"Esto puede ayudar con la desesperación, la angustia, la desorientación, de no saber qué carrera tomar", dice Espinoza.
De esta manera, además de prepararse para rendir nuevamente la PSU y trabajar las áreas que resultan más difíciles, se puede recurrir a otras herramientas del preuniverstario, como las consultas con psicólogos.
Evitar el año sabático
Muchos de los postulantes que no obtienen los resultados esperados en la prueba, piensan en tomar la alternativa de un año sabático.
Sin embargo, Gutiérrez apunta que esto no es una buena idea, desde el punto de vista académico.
"Si pensamos en un joven que ha egresado recién del colegio, que está en proceso de construir su proyecto de vida, un año sabático, sin orientación, metas o propósitos, no es conveniente. Menos si la razón de ello es porque no pudo concretar sus planes. Los jóvenes necesitan estructura y un propósito. Si no pudo concretar su sueño, prepárese, haga lo que tenga que hacer para lograrlo", precisa Gutiérrez.
Aconseja que buscar un empleo podría ser otra forma de mantenerse activos y con una rutina diaria, y, además, contar con un ingreso propio.
"La posibilidad de encontrarle sentido a una segunda opción parte de una adecuada madurez vocacional, saber cuáles son mis intereses".
Sergio Espinoza,, académico de la Universidad Bernardo O'Higgins."