Michael Seguel P. - Medios Regionales
Una decisión importante, tanto para padres primerizos como para los experimentados, es seleccionar una sala cuna para su hijo. Y es que los compromisos laborales vuelven para muchos imposible hacerse cargo de ellos 24x7, y deben buscar ayuda.
La Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) tiene abierto hasta fines de febrero el proceso de inscripción para las sala cunas pertenecientes al sistema público. Por los mismo, La Estrella consultó a expertos para que, con lista en mano, salgan a buscar y dar el "visto bueno" al recinto, privado o público, que cuidará a su retoño y así conseguir las anheladas "tres B" en el proceso: bueno, bonito y barato.
"Hacer una lista de las salas cunas que quieran visitar es lo primero que tienen que hacer los papás", aconseja Paulina Aceituno, directora de Educación Parvularia de la Universidad Andrés Bello (UNAB), sede Viña del Mar.
Ubicación
Tener claro la cercanía del recinto con su lugar de trabajo o domicilio le permitirá ahorrar unos pesos en transporte.
Para Nuri Gárate, educadora y profesional del Departamento Técnico de la Junji, esta es una cuestión clave que los padres deben revisar, incluso antes de visitar los recintos.
"La Junji tiene un listado de establecimientos (privados) que cumplen con los estándares básicos en términos de infraestructura, plan educativo, etcétera", manifiesta Gárate.
Así podrá determinar un radio en torno a su casa u oficina que le permitirá ahorrar tiempo al ir a dejarlos y a buscarlos. Y la cercanía con su hijo facilitará también las visitas.
Convenios
Junto con tener una lista de sala cunas cercanas, pregunte en su empresa si hay convenios con alguna sala cuna.
De ser así, consulte dónde quedan, sus horarios y también el monto cubierto por la compañía, para así comparar si le conviene tomar esa alternativa o buscar una en forma externa.
Niños por "profe"
Para Gárate, hay una cifra importante que los padres deben tener en cuenta en su elección de sala cuna.
"La regla general es que haya siete niños por cada profesional y técnico de párvulo", subraya la experta. Si el recinto no cumple esta norma, los padres deben buscar otro establecimiento, recalca.
"También hay que fijarse en la cantidad de cunas en el espacio donde se supone estará el niño. Ver el material de trabajo: juguetes, mesas, sillas", plantea, por su parte, Paulina Aceituno.
Añade que hay que fijarse en que los niños no estén permanentemente con luz artificial y que la habitación tenga sí o sí alguna ventana que permita la ventilación e iluminación diurna.
Y en emergencias
¿Qué pasa si el niño tiene un accidente? Esta es una pregunta que deben hacer los padres en cada una de las salas cunas que visiten.
"Preguntar por el plan de acción del recinto es vital. Imagine que hay un temblor o terremoto: saber cuáles son las salidas de escape, cuál es el procedimiento es algo que los padres deben ser informados", apunta la académica.
Mientras, Gárate afirma que el jardín debe advertir cuáles son los recintos asistenciales a los que serán llevados ante caídas o quemaduras.
Alimentación
"Los jardines deben tener las 'puertas abiertas' para los padres", consigna Gárate. Esto significa que no deben poner impedimentos para mostrar cuál es el lugar donde los niños comerán y, sobre todo, donde se prepara la comida y la leche.
"Estos lugares deben estar separados. Además, hay que preguntar y revisar cuáles son los lugares de amamantamiento", plantea Aceituno. Esto, ya que estar unos minutos con ellos en las primeras semanas es clave para la adaptación del menor a la sala cuna, finaliza la experta.
"Hacer una lista de las salas cunas que quieran visitar es lo primero que tienen que hacer los papás".
Patricia Aceituno,, académica de la UNAB."