Agurto reconoce abusos en la Iglesia: "Hay que esforzarse para que no vuelvan a ocurrir"
El obispo de Ancud aseguró que si aceptan su renuncia se quedará "sin pega".
El obispo de la Diócesis San Carlos de Ancud, Juan María Agurto, se refirió a su situación personal, luego que todos los integrantes de la Conferencia Episcopal pusieran sus cargos a disposición del Papa Francisco, tras el detallado informe del cardenal Charles Scicluna sobre los abusos sexuales en la institución y el posible encubrimiento de parte del obispo de Osorno, Juan Barros, en el Caso Karadima.
El prelado comentó que esta dispuesto a dejar su cargo si así lo estima el Supo Pontífice. "Por supuesto que sí, el Papa nos nombra y es él quien debe disponer de nuestros cargos. Los obispos no pueden estar solo en los momentos buenos, sino cuando las cosas también están difíciles. Todos tenemos que asumir aunque sean otros los responsables de esto o lo otro negativo, y como iglesia debemos dar el ejemplo porque hemos descubierto que hay cosas que no están bien", sostuvo.
Agurto reconoció la existencia de abusos sexuales y que siguen apareciendo nuevos casos que afectan a la Iglesia Católica de Chile.
"Lamentablemente, aquí no podemos decir que no va a ocurrir nada más (abusos) y ¿por qué? porque somos seres humanos y la verdad que Jesucristo invita a pecadores a convertirnos. Ninguna autoridad, ni el Papa puede decir aquí nunca más va a ocurrir esto, pero si podemos hacer los esfuerzos para que no vuelvan a ocurrir más abusos", enfatizó.
Sobre los ultrajes que habría sufrido un menor en Ancud el 2005 perpetrados por el diácono José Narváez, el obispo Juan María Agurto fue tajante en señalar que se tomaron todas las medidas para esclarecer este hecho.
"El diácono iba al sacerdocio y se paró todo, porque esta persona lamentablemente fue acusada y me llegó a mí la denuncia. Atendimos a los denunciantes y esto fue más de 10 años atrás, en el 2005. Yo activé el protocolo que significaba recibir a las víctimas y escucharlas", relató.
Prosiguió monseñor indicando que "busqué a esa persona que no estaba en Chiloé y yo personalmente fui Santiago a buscarlo y que él enfrentara la situación delante de la justicia. Esta persona fue enjuiciada y yo también participé del mismo juicio y fui a dar mi testimonio. Fue condenado con cárcel como cualquier reo".
Barros
Agurto expresó su opinión de su homologo, el obispo de Juan Barros, a quien sus pares y el propio Francisco en su visita al país, apoyaron en un primer momento.
"El Papa nos pedía que apoyáramos a Juan Barros y por eso lo he hecho yo. Está en manos del Papa lo que él vaya a decidir. Al parecer la situación es bastante dolorosa, difícil y yo sé que el obispo ha presentado su renuncia a igual que nosotros y yo creo que el Papa se la va a aceptar. Sin embargo, de lo que yo me he enterado en Roma no hay evidencias que es culpable de lo que se le dice, pero quien maneja este tema es el Papa", recalcó.
Finalmente, la fuente señaló que de ser aceptada su renuncia no significa que dejará de trabajar por la iglesia.
"Han habido obispos que han terminado y se han tomado alguna parroquia, han servido en alguna capilla. Estoy convencido que me voy a quedar sin pega, (pero) hay lugares donde se necesita sacerdotes, si pudiera me quedaría en una parroquia, estoy pensando en las islas Desertores, donde no hay sacerdote", concluyó.