Buscan que se afinen protocolos de seguridad ante fugas de gas
Una segunda emanación de amoniaco se produjo en la planta Blue Shell de Dalcahue, la cual dejó otros dos intoxicados.
Con la idea de perfeccionar las actuaciones de seguridad y evitar consecuencias físicas graves ante emergencias, los trabajadores de la empresa acuícola Blue Shell S.A. de Dalcahue buscan potenciar los protocolos establecidos en la firma ante estos siniestros, más al registrarse en las últimas horas un segundo episodio de fuga de amoniaco en la planta.
A la emanación registrada la madrugada del lunes que dejó 11 personas intoxicadas, se sumó ayer otro evento que provocó que otros dos funcionarios sintieran los efectos de este gas tóxico, quienes también fueron remitidos a la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) en Castro.
Esta vez no fue una línea de producción la afectada, sino que el contratiempo se enfocó en la sala de máquinas, que está separada de estas tres áreas donde se despliegan los operarios.
Según especificó Cristóbal Salinas, gerente de la firma, el problema estuvo ligado a un escenario netamente de funcionamiento de maquinaria.
"Los equipos de amoniaco por actividad propia realizan una purga, lo cual es habitual. Sin embargo, igual se suspendieron las faenas que se retomaron durante esta jornada (ayer) tras la supervisión y autorización de la Seremi de Salud y la Inspección del Trabajo", acotó el ejecutivo.
Por su parte, Yesenia Santana, presidenta del Sindicato Fuerza Unida que agrupa a unos 150 trabajadores de la planta ubicada en el kilómetro 1,2 camino a Téguel, detalló que este último incidente se produjo alrededor de las 23.30 horas del martes, pero que pasado la madianoche el personal se percató.
"No se dejó ingresar a los operarios, estuvimos hasta las 5 de la madrugada. Los trabajadores permanecieron en los vestidores donde no había olor al gas", enfatizó la dirigenta, añadiendo que en ese momento habían unos 65 funcionarios en el turno.
Junto con manifestar que en los siete años que lleva desempeñándose en la planta dalcahuina "no habían surgido problemas de esta gravedad", la también secretaria de producción sostuvo que es necesario pulir los procedimientos de actuación para contrarrestar los efectos de estas alertas, en especial considerando el primer incidente.
La fuente explicó que en esa ocasión, el personal fue derivado a una zona segura y luego reingresaron a las dependencias para que no quedaran en la intemperie. "Durante el día permanecieron en el casino y luego se autorizó que se fueran a sus casas, ya que toda la planta estaba parada", acotó.
Reparo
Dentro de este escenario, la dirigenta sindical reconoció que la reacción de la empresa fue rápida y que los protocolos y áreas de protección se respetaron ante emergencias de este tipo. No obstante, sus reparos se centran en un punto.
"Más allá de este despliegue, no se debía haber ingresado a trabajar esa noche. Se acogieron (los regentes) a la norma legal de que se pueden aguantar 22 ppm (partes por millón) de amoniaco. Aunque fue menor el nivel de concentración, la gente igual se vio afectada. Por ello, no se debió ingresar", expuso Santana.
Igualmente, la representante laboral insistió en que la idea es "corregir esta situación para proteger a los trabajadores. Al momento de existir olor no deben ingresar los operarios".
El gerente de la empresa, Cristóbal Salinas, no desconoció esta problemática, pero fue enfático en señalar que ante estos eventos "los protocolos de seguridad se han cumplido de forma correcta".
Como muestra de esta dinámica, el profesional manifestó que junto con explicarles a los operarios de los tres turnos de la jornada los alcances de la emergencia y las actuaciones realizadas, en la última emanación de gas donde los dos afectados eran de la zona de recepción de la empresa, "se determinó que ante este mínimo olor se detuviera la producción", acotó, agregando que "la idea es siempre ir mejorando estas instancias".
Fiscalizaciones
Desde la Inspección del Trabajo, la encargada provincial, Lorena Sierpe, confirmó que ayer se constituyó nuevamente un fiscalizador ante la denuncia de una nueva fuga. Recalcó que "es preciso ver los marcadores que se encuentran en la empresa para determinar lo sucedido".
En tanto, Cristian Araneda, jefe provincial de la Autoridad Sanitaria, expuso que personal se constituyó en el lugar, "constatando que se trató de una purga autoprovocada y que fue controlada por la misma empresa".
Medidas
El gerente Cristóbal Salinas reconoció que "tenemos la obligación de establecer medidas", considerando el impacto que tiene la utilización de elementos peligrosos como el amoniaco. Pero ya tienen pensadas las primeras acciones. "A raíz de lo sucedido en estos días buscaremos automedidas. La idea no será solo medir las emanaciones de gas, sino también registrarlas para que ante cualquier duda de nivel el personal puede revisar el registro", acotó el ejecutivo, insistiendo en que "nadie ha estado expuesto a niveles mayores de la norma chilena (22 ppm)".