Pedro Bárcena González
La coincidencia de dos huellas dactilares halladas en el sitio del suceso se convirtió en la prueba pericial clave para acreditar la participación de un joven en un osado atraco al interior de una vivienda en Castro. Junto a la autoría del sujeto se confirmó la figura del robo en lugar habitado. Un caso por el que arriesga 8 años de presidio.
Fracturando una ventana que da al comedor del inmueble emplazado en calle Rubén Santana, ingresó el acusado de iniciales V.E.M.F. (34) con el objeto de apropiarse diversas especies, avaluadas en más de 384 mil pesos. Así quedó establecido en audiencia de veredicto realizada en el Tribunal Oral en lo Penal de Castro.
La sala presidida por la magistrada Angélica Monsalve determinó que el encartado entró a la casa habitada por una pareja de Carabineros y se apoderó de las especies antes de emprender la fuga. Una resolución en que primó la prueba pericial como también la testimonial aportada en el juicio.
El fiscal Fabián Fernández sustanció la exposición de la evidencia y destacó el aporte en crear convicción en los jueces.
"Se presentó prueba testimonial y documental, como también la pericial realizada por el Lacrim (Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones de Puerto Montt), que presentó un informe huellográfico de unas muestras recogidas de la ventana por donde ingresó el acusado", aseveró el persecutor.
Aclaró el abogado que este peritaje fue fundamental para desvirtuar la presunción de inocencia del imputado, como también el hecho que "un tiempo después fue hallado con especies provenientes de este ilícito".
La fuente sostuvo que mantuvo su pretensión punitiva de 8 años de reclusión al no existir circunstancias modificatorias que varíen este quántum.
DEFENSA
Por su parte, el defensor Nelson Troncoso se encuentra a la espera del fallo, programado para hoy, para analizarlo y materializar el recurso de nulidad respectivo. A su juicio, los hechos no configuran un robo, sino un delito de receptación.
"Solicitamos la recalificación del ilícito en la audiencia, en base a que no existió una inmediatez entre el acceso al lugar y la detención de mi representado (más de dos horas). Pese a que tenía artículos en su poder, estos podrían haber sido sustraídos por terceros", acotó el profesional.
Al no acogerse sus fundamentos y con la resolución en contra, el jurista invocó una pena de 5 años y un día de presidio, el mínimo en el grado. Una sanción que deberá ser cumplida de manera efectiva y en la que se abonarán los más de 8 meses en que el joven ha permanecido privado de libertad en la cárcel castreña.
8 años de reclusión pide el fiscal para un joven de 34 años por este caso.