Pedro Bárcena González
Los antecedentes y evidencia entregados por efectivos policiales como peritos permitieron sustentar los cargos contra un joven, sindicado como el responsable de agredir a quien era su conviviente y atacar con una jabalina a un carabinero. Un incidente registrado en el sector alto de Castro y que implicó un amplio operativo.
A casi tres años de ocurrido el hecho al interior de una vivienda de calle Presidente Ibáñez se llegó a un cierre penal. Un juicio oral que costó materializar y que después de tres intentos llegó a una resolución.
La sala presidida por la magistrada Loreto Yáñez determinó que en la mañana del 12 de mayo del 2016 el acusado de iniciales J.M.O.I. (30) perpetró un delito de lesiones menos graves contra su pareja de entonces, a quien agredió provocándole contusiones en su zona periorbital derecha, pectoral derecha, en mano y antebrazo derecho.
Además, el sujeto fue condenado por un ilícito de atentado contra la autoridad al embestir a uno de los efectivos policiales que llegó hasta el domicilio por este caso de violencia intrafamiliar (VIF) con una jabalina, la cual rasgó su chaleco antibalas.
El fiscal Luis Barría destacó el dictamen por el primer delito, "ya que se logró sin la declaración de la víctima", quien ya no se encuentra en Chiloé. Justamente, ante la imposibilidad que declarara en estrado, el persecutor explicó que "se absolvió por las amenazas", otro de los cargos que enfrentaba el encartado.
En cuanto al ilícito más gravoso que fue recalificado a atentado contra la autoridad -se acusó por maltrato de obra a carabinero de servicio causando la muerte en grado de tentado-, el jurista resaltó el aporte entregado en la audiencia por los carabineros que intervinieron en el dispositivo.
"Se acreditó este ilícito por la declaración de los funcionarios, más la prueba pericial del Labocar y el análisis criminalístico de la doctora Vivian Bustos", expresó Barría, quien invocó una pena de 3 años de presidio por este delito, más 61 días de reclusión por el caso de VIF.
Defensa
Por su parte, el defensor Juan Manuel Castro quedó conforme con la decisión de los sentenciadores, enfatizando que se logró una absolución y recalificación por el hecho más grave, cuyo análisis centró la discusión de los intervinientes.
"El juicio se centró en la intención de mi representado al momento de resistirse al arresto. Según el fiscal, tenía un ánimo de matar al carabinero, pero yo dije que no tenía esa intención, solo de resistirse al arresto, lo que fue acogido por el tribunal", sostuvo el jurista.
Dentro de los antecedentes que presentó el profesional para sustentar esta teoría estuvo la declaración de su propio representado, quien reconoció su férrea oposición al actuar de los policías, aunque desechó de plano una eventual intención homicida.
"En su extenso testimonio, lleno de detalles, explicó toda la dinámica, dando cuenta que solo se resistió al arresto. Tan evidente es este escenario, que el carabinero para reducirlo tuvo que pegarle un balazo. Así, mi representado terminó con una lesión en el abdomen, mientras que la víctima resultó sin heridas", concluyó el defensor.
61 días de pena remitida, en subsidio a una multa, pidió la defensa por el ilícito más grave.
7.30 horas del 12 de mayo del 2016 se produjo el incidente en calle Presidente Ibáñez.