Pedro Bárcena González
Con el objetivo de disminuir al máximo una eventual revictimización por delitos sexuales se formalizó un modelo de atención integral en Castro. Una iniciativa que se concreta después de meses de trabajo y hasta fallidos intentos, maximizando la coordinación entre Servicio Médico Legal (SML), Salud y Ministerio Público.
Desde el 2017, con la implementación de la Unidad Sexológica Forense en la capital chilota, surgió la idea de uniformar las prestaciones a los afectados por abusos y violaciones, en especial los menores de edad. Pero las gestiones se cayeron en desmedro de las víctimas, quienes literalmente deben deambular para cumplir con trámites, exámenes y conseguir medicamentos.
Tal como explicó el médico Rodrigo Caro, quien está a cargo de unidad dependiente del SML, ante la contingencia "nació la idea de conversar con el hospital, pero la respuesta no fue positiva con inconvenientes con laboratorio y farmacia. Ahora se logró retomar estos nexos y se llegó a buen puerto".
El profesional remarcó que la intención que es que las personas transiten lo menos posible en el sistema de salud y forense. "Buscamos que se realicen todas las prestaciones en el hospital o el SML", acotó.
La coordinación terminó la semana pasada y este miércoles el proyecto fue presentado al fiscal regional, Marcos Emilfork, quien destacó el impacto que tendrá en beneficio, primordialmente de los niños y adolescentes.
"Este modelo se traduce en que la primera atención se pueda hacer completa con todas las prestaciones, no solo legales o forenses, sino además del punto vista humano y médico. El niño tras denunciar está sufriendo y siendo sometido a una serie de trámites que no entiende, pericias que queremos que sean lo más inocuas para su desarrollo y para su trabajo reparatorio posterior", dijo el abogado.
Con este sistema se pretende que las atenciones, junto con ser concentradas, integrales e inmediatas, tengan un estándar de calidad mayor que impidan la revictimización.
Para ello, el jurista fue claro en señalar que "no se piden más recursos o leyes", sino que todo es fruto de la coordinación y disposición de todos los actores involucrados en el sistema.
Justamente, para perfeccionar esta dinámica el fiscal jefe de Castro, Enrique Canales, convocó a estos intervinientes, lo que redundó en este modelo de actuación que se encuentra en una marcha blanca y en espera de extenderse al resto de la provincia.
Así lo especificó este persecutor, quien es especialista en investigar delitos sexuales, recalcando que "existen dos meses de observación de cómo se implementa este modelo de trabajo para luego replicarlo en los hospitales de Ancud y Quellón".
Igualmente, la intención es seguir extendiendo la iniciativa. "Después se realizará un segundo trabajo con la salud primaria donde también se reciben denuncias para implementar este modelo para que la atención sea integral y de una vez", sostuvo la fuente.
Equipo
Por su parte, Arturo Cerda, director subrogante del Hospital Augusto Riffart, manifestó que en la presentación al Ministerio Público se dio cuenta del producto de una mesa de trabajo que se gestionó durante un mes, después de intenciones fallidas en el pasado.
"El 2018 hubo intentos, pero ahora del hospital un equipo liderado por el jefe de servicio (Atención Cerrada) Manuel García y la matrona Vanesa Bustamante logra concretar esta iniciativa", apuntó el facultativo.
Modelo
El fiscal regional, Marcos Emilfork, recalcó que un eje de la gestión institucional es el cuidado de las víctimas, en especial de delitos sexuales infantiles. "Creamos un modelo en la región de atención a los niños y niñas que se enfoca en aquellos puntos que los pueden revictimizar. Por eso a nivel de peritajes, toma de muestras, informes sexológicos y luego los sicológicos que se realizan por Salud y el Servicio Médico Legal, es importante evitar el daño", dijo.