Casen Mujer revela graves brechas entre los géneros
La medición mostró que un tercio de las mujeres no recibe remuneración y que ellas tienen, en promedio, mayor tasa de pobreza por ingresos que los hombres.
El tener o no tener ingresos también determina cuánta libertad tienen las mujeres para poder salir de un círculo de violencia". Fueron las palabras que pronunció la subsecretaria de la Mujer y la Equidad de Género, Carolina Cuevas, al interpretar los resultados que arrojó la encuesta Casen Mujer, una iniciativa que busca medir las brechas de género en diferentes ámbitos dentro del país.
Y es que aunque muchos de los datos representaron una mejora para la situación histórica en la materia -de 1990 a hoy, la participación en el marcado laboral subió de 32,5% a 48,9%- todavía hay bastantes cifras que la preocupan. Por ejemplo, que las mujeres, en promedio, presentan una mayor tasa de pobreza por ingresos que los hombres (9% versus 8,2%).
La medición mostró además que un tercio de las mujeres (32,8%) no recibe ingresos propios, mientras que en los hombres la cifra baja a un 12,9%.
Si se considera el total de personas sin remuneración, tres de cada cuatro son mujeres (74,8%), porque las razones que las mantienen fuera de la fuerza laboral las afectan casi exclusivamente a ellas: una de cada cinco mujeres no puede trabajar debido a obligaciones de cuidado o quehaceres domésticos, una realidad que en el mundo masculino se reduce a un 0,6%.
Antes de tener los datos, el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género ya había fijado la vista en esta realidad y por eso, en el marco de Compromiso País, estableció una mesa de trabajo con mujeres víctimas de violencia que no perciben ingresos.
"Nos dimos cuenta de que ahí hay una doble vulnerabilidad y estamos haciendo un trabajo que ha sido muy bonito, muy intenso", explicó Cuevas.
"(No tener ingresos) Es un factor determinante no para que puedan vivir situaciones de violencia, pero sin duda que sí para que puedan salir de una situación como esa, de la cual no pueden salir cuando tienen dependencia económica porque les afecta el bienestar de sus propios hijos", añadió.
Contó, además, que se trabaja en planes piloto que vayan en ayuda directa de este grupo.
Comentario
Al respecto, Paula Poblete, directora de estudios de ComunidadMujer, comentó a Emol que "la evidencia es contundente: cuando las mujeres logran el autosustento, se distancian de las parejas que las agreden".
Al respecto, hace una aclaración: aunque la evidencia muestra que los ingresos propios sí suelen ser determinantes para salir de una dinámica de violencia, "la asociación entre violencia de género y pobreza no es correcta".
48,9% es la participación laboral de la mujer ahora, frente al 32,5% de 1990.
32,8% no recibe ingresos propios, mientras que en los hombres la cifra baja a un 12,9%.