Pedro Bárcena González
En prisión preventiva por constituir un peligro para la seguridad de la víctima y la sociedad quedó ayer un sujeto confeso de la bestial agresión con arma blanca contra un anciano, en el sector rural de Detif, comuna de Puqueldón. Tras una ingesta de alcohol atacó a su vecino, quien estuvo próximo a perder la vida.
En el Juzgado de Garantía de Castro y después de una ampliación de tres días en espera de informes periciales y policiales, el imputado de iniciales J.A.B.G. (50) fue formalizado por el delito de homicidio frustrado, en perjuicio de Pedro Rivas Catrihual (71).
Una de las pesquisas que se aguardaban para encausar al isleño provenía de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de la capital chilota, que se constituyó en el sitio del suceso después de los hechos ocurridos la madrugada del lunes pasado, al interior de la vivienda del encartado.
Como explicó la comisaria Daniela Zenteno, las diligencias consistieron "en la toma declaración a testigos y el levantamiento de evidencia y antecedentes relevantes para el caso. Se entrevistó a familiares próximos al lugar del suceso que recibieron la versión de la víctima".
Justamente, el afectado después del ataque se trasladó por sus medios y con el cuerpo ensangrentado hasta la casa de sus hijos para pedir ayuda, donde se denunció todo a Carabineros. Mientras que personal del Cesfam de Puqueldón le realizó los primeros auxilios al abuelo, para luego remitirlo de inmediato al Hospital de Castro.
Informes
Así lo describió el fiscal de la causa, Luis Barría, quien junto a este informe policial recibió las conclusiones del Servicio Médico Legal para sustentar la figura por la cual encausó al campesino.
"La víctima sufrió una herida penetrante abdominal que le afectó parte del colon. Fue de carácter grave y con riesgo vital de no haber recibido una atención médica oportuna", explicó el persecutor.
Bajo este contexto, el abogado solicitó la prisión preventiva, considerando la gravedad del delito y la pena asignada al mismo (parte de los 5 años y un día de presidio). Una precautoria que fue discutida por el defensor Mauricio Díaz, quien la calificó como "desproporcionada".
El jurista que representó al imputado resaltó que este "declaró ante la PDI sin presencia de un defensor y reconoce la agresión, pero indica que fue en un contexto de consumo de alcohol. Eso sí, no hubo ánimo de provocar la muerte, sino de causar lesiones o repeler un ataque previo. Este dolo se exige para configurar el delito por el cual fue formalizado".
Pese a estos argumentos, la magistrada Alejandra Varas decretó la cautelar más gravosa, como también un plazo de 90 días para indagar.