Luis Contreras Villarroel
En la intimidad familiar y en compañía de un discreto número de vecinos se realizó ayer la misa fúnebre de Sergio Caucamán, querido vecino que por décadas llevó correspondencia a los vecinos, Hijo Ilustre de Ancud y también famoso por decir la hora con gran precisión sin ver el reloj.
'Chechito' falleció el martes último en su domicilio particular a la edad de 90 años, en compañía de un matrimonio que lo cuidó por casi una década y hasta el último minuto de su vida.
A partir de ese instante se replicaron las muestras de pesar tras el deceso del exvoluntario de la Cuarta Compañía de Bomberos y quien fue por largos años un abnegado servidor.
En la Iglesia San Francisco, donde se realizó el oficio religioso en su memoria, se plantearon diferentes muestras de apoyo y tristeza por la partida de un personaje típico de de la ciudad.
"Ancud siente la partida de don Sergio, de Chechito, pero también creo se va en tranquilidad, después de haber tenido los cuidados de una cariñosa familia y por sobre todo ya es parte de la memoria de Ancud", dijo Rodolfo Norambuena, concejal del Partido Comunes.
Otro de los asistentes a la misa fue el escultor Ramón Pérez, quien recordó que "a Chechito lo conozco desde que tengo memoria de los 5 años, siempre vi en él una persona noble, humilde, sabia, siempre recibí de él un buen consejo, quiero decir igual que muy poca gente en el funeral".
El féretro con los restos de Sergio Caucamán fue trasladado en una cureña por parte de voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Ancud hasta el Cementerio Municipal, siempre en compañía de su círculo de parientes y conocidos.