Onda polar deja seguidilla de incendios en el Archipiélago
La falta de mantención de estufas o cocinas aparece como causa principal de siniestros del fin de semana.
Pérdidas materiales significativas dejó la ocurrencia de seis incendios estructurales acontecidos durante el gélido fin de semana en distintas comunas de la provincia de Chiloé.
La ola de frío de los últimos días disparó el uso de leña como material combustible y la falta de mantención de los ductos de humo incidieron para la ocurrencia de siniestros.
A las reportadas emergencias vividas el viernes en Ancud (ver recuadro), se suman otras, totalizando millonarias pérdidas. Una de ella, ocurrida también el 23 de agosto, fue en Quellón, cuando un violento incendio destruyó prácticamente en su totalidad una cabaña de material ligero en el balneario de Punta de Lapas.
Por causas que se investigan, la emergencia incendiaria obligó al desplazamiento del material mayor de la institución bomberil hasta la concurrida playa, donde el fuego se apoderó de una estructura de madera, la cual en cuestión de minutos fue arrasada.
Eduardo Obando, comandante de la institución, indicó que una vez en el lugar se constató que las llamas consumieron en gran parte la construcción, precisando que "el grado de destrucción de la vivienda fue de un 70 por ciento, todos los contenidos y la estructura exterior".
Sostuvo el oficial que la jornada del sábado se produjo un segundo llamado de incendio del fin de semana, emergencia acontecida en Avenida La Paz, donde una bodega resultó destruida. "Había un motor eléctrico que fue el causante de la emergencia", expuso.
Obando precisó que un tercer siniestro tuvo como escenario una casa habitación en la población Chilhué, donde ayer se registraron daños menores, siendo controlado oportunamente por el personal voluntario.
A su vez, en Castro un incendio afectó, también el domingo, una vivienda en población Inés de Bazán, donde la inflamación del ducto de humo amenazó con propagarse por el entretecho del inmueble. Al llamado hicieron eco voluntarios de tres compañías del Cuerpo de Bomberos, las que evitaron un desastre de mayores proporciones.
Así lo precisó el comandante institucional, Humberto Molina, manifestando que el fuego "se produjo en el entretecho, precisamente donde pasaba un ducto de una cocina a leña, que fue la que en definitiva empezó el fuego en ese lugar".
El oficial enfatizó que las últimas emergencias producidas en este período invernal tienen su origen en la falta de mantenimiento de las cocinas y estufas producto del exceso de material combustible que se destina para la calefacción domiciliaria.
Respecto a las causas del siniestro, Molina mencionó que "bajan las temperaturas, la gente pone más fuego a las estufas y estas recalientan, y no tienen las precauciones de limpiar los ductos".
"El grado de destrucción de la vivienda fue de un setenta por ciento". Eduardo Ovando, comandante de bomberos de Quellón.
Damnificados en sectores de ancud
Los sucesos ocurridos en Quellón y Castro se produjeron a escasas horas de otras dos emergencias registradas en el norte de la Isla Grande, dejando 5 damnificados.
Por razones ligadas al recalentamiento o inflamación de ductos de humo, dos incendios consumieron con algunas horas de diferencia igual número de viviendas en el sector rural.
Mientras un inmueble fue destruido en gran parte en el sector Caulín, una segunda emergencia comprometió una gigantesca casa en la localidad de Polocué. La distancia entre la ciudad y los lugares no hizo más que acelerar la destrucción de las construcciones.
Norte de la isla