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Quetalco quiere que su antigua iglesia sea reconocida como nuevo Monumento Nacional

Vecinos de sector rural de Dalcahue tampoco descartan que la construcción levantada en el siglo XIX sea incluida dentro del Patrimonio de la Humanidad de la provincia.
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A16 kilómetros de la ciudad Dalcahue y en la comuna del mismo nombre se emplaza la pequeña localidad campesina de Quetalco, otrora puerto de intercambio comercial y maderero que tuvo su época de florecimiento a mediados del siglo XX.

El lugar caracterizado por su emplazamiento frente a la isla Quinchao cuenta con una de sus más emblemáticas edificaciones, su iglesia, cuyo estilo arquitectónico fue heredado por las misiones jesuitas en su paso por el Archipiélago.

Lleva el nombre de Nuestra Señora del Carmen, donde por casi 200 años sus habitantes han profesado la fe en torno a su sobrecogedora imagen de madera, la que actualmente presenta un evidente estado de deterioro debido a su antigua data.

Antecedentes aportados por la parroquia Nuestra Señora de los Dolores de Dalcahue revelan que el primer sacramento del bautismo impartido en el recinto se remonta a enero de 1838, lo que refleja la importancia que reviste desde un punto de vista cristiano y cultural.

Sus vecinos y encargados de resguardarla señalan que en primer término urge que el templo sea restaurado, sobre todo su torre, mientras que la segunda gran aspiración consiste en conquistar la categoría de Monumento Nacional, ya que le sobran méritos por su largo y rico historial.

Frente al mar y la paz reinante que brinda Quetalco, sus pobladores protectores recorren nuevamente el interior de la antiquísima iglesia comprobando cómo el paso de los años se ha encargado de dejar su sello: debilitamiento del piso de madera, una fuerte inclinación y la constante reparación de sus asientos y reclinatorios. Separado por el altar mayor, el templo ofrece, por un lado, la sacristía reservada para los sacerdotes y sus ministros en la fe y, por otro, un improvisado museo que alberga verdaderas reliquias de un pasado con historia, entre ellos una campana que se remonta al siglo XVII.

Alex Muñoz, habitante de la comunidad, cuenta con un particular entusiasmo los motivos que sobran para emprender el camino de la restauración de este verdadero monumento enclavado entre el cerro y el bordemar.

"Por la antigüedad que tiene y los registros que hemos encontrado, lo prioritario para nosotros es reparar la torre que está en pésimas condiciones, se gotea y se puede caer en cualquier momento, entonces pretendemos conseguir recursos", explica el poblador, anticipando que ya se han iniciado las primeras gestiones para asegurar el compromiso de diversos actores públicos y privados en Chiloé.

golpeando puertas

golpeando puertas

Muñoz sostiene que la idea para conservar la añosa construcción de madera "la empezamos hace tiempo, comenzamos a golpear puertas hace rato y, gracias a Dios, está resultando, lo primero es reparar la torre y luego el proceso de Monumento Nacional y quién sabe si más adelante poder convertirla en Patrimonio de la Humanidad".

Angélica Barría, quien es catequista y presidenta de la Junta de Vecinos de Quetalco, no renuncia a la posibilidad de que el sector pueda contar con un sitio protegido por el Estado, previa restauración arquitectónica.

La isleña agrega que en esta cruzada se han sumado voluntades de particulares, incluyendo profesores, que han entendido el significado de rescatar y preservar un importante trozo de la historia y cultura religiosa que representa esta antigua iglesia chilota.

Tras recorrer el templo por dentro, la mujer explica con convicción que "gracias a Dios, tenemos el apoyo de la comunidad, del director encargado del colegio que nos está apoyando, hay un matrimonio joven y, por ende, las autoridades comunales".

En estos momentos, Angélica Barría dicta clases formativas a 32 jóvenes que se preparan para recibir el sacramento de la confirmación, ratificando de este modo la fuerza da la fe y la importancia de proyectar por nuevas generaciones la iglesia del lugar. La apuesta consiste en organizar primeramente una gran campaña antes que concluya el 2013, dada la importancia de acelerar la intervención de la obra.

Apelando a las tradiciones chilotas, los vecinos de Quetalco organizaron un trabajo comunitario para reparar el pórtico, el cual presentaba un evidente deterioro debido al paso del tiempo.

"Ya hicimos una minga, el pórtico de la iglesia se hizo a través de la comunidad, se hizo una campaña del sobre el 2011, alcanzamos a reunir como 436 mil pesos", dice Barría.

Un fuerte nexo entre la comunidad educativa y cristiana existe en Quetalco, radicando allí el espíritu de cooperación e interés por conservar la iglesia del lugar.

Roberto Manqui, docente y director de la escuela rural, destaca la posibilidad de colocar en valor un trabajo mancomunado siempre pensando en la mantención del templo católico. "Estamos preocupados de poder conservar cultural y arquitectónicamente lo que corresponde a la iglesia y el patrimonio natural del sector; hemos estado en algunas reuniones con personeros de Gobierno y la comunidad para apoyar la gestión que se está haciendo", subraya el educador.

El docente indica que "urge la reparación del templo, sobre todo la torre, de la cual hay ya algún presupuesto, en algunas reuniones ya ha salido, y principalmente comprometer a las autoridades locales, de reconocernos a nosotros mismos, de valorar lo que tenemos, como cultura propia".

Para la Fundación Amigos de las Iglesias de Chiloé, Faich, resulta igual de importante colocar en valor no solamente los 16 templos declarados por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, sino que también las cerca de 60 iglesias que no poseen esta categoría pero que son poseedores de una tipología similar.

faich

faich

Cristian Larrère, director ejecutivo de la entidad, explica que existe especial interés por rescatar precisamente la iglesia de Quetalco, desde donde ya han surgido algunos compromisos y claras señales de que se camina hacia una futura restauración.

Expresó que "lo que ofrecimos como institución fue hacer una segunda visita, fuimos con arquitectos a hacer mediciones, registros fotográficos y hoy día tenemos todos los antecedentes para hacer todo un informe técnico".

Dicho documento arroja un cálculo que promedia los cerca de 40 millones de pesos para financiar los trabajos de mantenimiento, siendo la meta que "la comunidad va a tener como desafío generar con las otras instituciones que han prometido algún tipo de respaldo, principalmente del Gobierno Regional y de la Municipalidad (de Dalcahue)", apuntó.

La fundación aportará toda la asesoría técnica que guíe el proyecto restaurador de la construcción religiosa, más el aporte de algunos carpinteros que se incorporen a la minga comunitaria, asegurando así la mantención de la autenticidad con la misma gente, sin olvidar las costumbres que por casi dos siglos han formado parte en la vida de uno de los templos más emblemáticos e imponentes que se levanta en este rincón del territorio chilote.