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Grupo Magisterio: una vida junto a la música

El conjunto folclórico castreño celebró un año más con recuerdos, alegrías y nuevos retos.
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Con el siempre masivo y entusiasta apoyo de la gente se celebró este sábado el aniversario 45 del Conjunto Folclórico Magisterio de Castro, en el Centro Cultural Comunitario de la capital provincial. Una actividad que corona una larga trayectoria de rescate y promoción de la música de raíz folclórica originada en el Archipiélago.

La historia de la agrupación se remonta a 1968, cuando a través de un taller de danza dictado en el verano por Nora Montiel, se reunió una gran cantidad de profesores que quedaron entusiasmados con la idea de formar un grupo folclórico. En ese entonces sumaban como 50 personas.

Poco a poco, comenzaron a realizar presentaciones de danzas tradicionales con bailes de la zona central, del norte e incluso Isla de Pascua, donde primaba el entusiasmo y energía.

Junto a otros grupos de docentes de Chiloé, comenzaron a generar redes y encuentros folclóricos con representantes de Achao, Ancud, Chonchi y Dalcahue, y donde figuraban Marina Vera, Eduardo Cerna, Sonia Alvarado, Marita Krueger, Anita Bahamonde y Gladys Ávila, entre muchos otros.

RESCATE

RESCATE

Teresa Barría, quien se incorporó en el "72 a sus 20 años de edad, rememora que a las primeras reuniones y tertulias del grupo, "llegaba mucha gente, mucho folclorista que venía del Archipiélago y de la zona central".

La educadora, actualmente dedicada a la danza dentro del conjunto, señala que por el año "85 Magisterio comenzó a cultivar el folclor chilote.

"Ahí nos fuimos a la fuente -recalca- todo el trabajo que tenemos es trabajo nuestro. Nos fuimos a terreno, visitamos a nuestros cultores y luego de a poco ellos nos fueron entregando su trabajo", destaca Barría.

En ese tiempo conocieron a los cultores "Coché" Molina y "Canahue" Bahamonde, mientras recorrían toda la costa de Dalcahue. También hicieron lo mismo por el lado de Chonchi, ocupando los fines de semana.

recuerdos

recuerdos

Buenos recuerdos de esa época suma Juan Caamaño, vicepresidente del conjunto, quien se acuerda de sus viajes recopilando canciones y bailes en Puchaurán, Calen y Quemchi, "siempre compartiendo con los cultores locales", resalta.

"Yo encuentro tan fascinante recordarme de esos tiempos, porque imagínate, me acuerdo y me siguen dando energías para seguir. Yo ya jubilé, "cachai", de mi trabajo, pero esto me sigue. Mientras tenga fuerza voy a seguir hasta dónde pueda", sentencia Teresita Barría.

Por gentileza de la directora de ese entonces, la sede del conjunto folclórico siempre fue la Escuela Inés Muñoz de García. "Siempre nos acogieron porque apoyaban al grupo", menciona Barría.

En base a la autogestión de cada uno de los miembros, pudieron salir de Chiloé y asistir a festivales en el país y en el extranjero, consolidándose como un referente de la música chilota.

"Nuestro primer trabajo fue "La tiradura de casa", que presentamos el "79 en el Festival de San Bernardo (Santiago). Fue un espectáculo grandioso, todavía lo tengo en la retina porque llevamos unos bueyes (muñecos) que una colega pintó, y debajo poníamos niños. Pero estaban tan bien caracterizados que cuando llegaron al escenario la gente pensaba que eran bueyes de verdad. Ahí se pararon y ganamos categoría "A"", recapitula la folclorista.

Juan Ángel Ruay, presidente de la agrupación, también recuerda con añoranza esa presentación. El docente, recién llegado al Magisterio en ese tiempo, señala que esa experiencia "a mí me marcó y pude ver el desafío que es estar en un grupo folclórico".

Así se siguió trabajando. Se fue incorporando más gente y otra se fue yendo. Como la vida misma, en estos 45 años, la muerte no ha estado ausente.

Teresa Barría, identifica como los momentos más difíciles de la agrupación, "las pérdidas de nuestros integrantes, de nuestros amigos como Tito Haro, la Marita y Lalo quienes dejaron una huella muy importante en el conjunto".

Tanto es así, que en su momento tambaleó la continuación del grupo. "Nos costó porque él (Lalo Cerna) era como el que ponía la disciplina en el grupo, fue muy importante y tenía un respeto único", menciona la castreña.

Por suerte, la crisis no pasó a mayores y el conjunto siguió escribiendo la historia del folclor chilote. Conocidos por su popular tema "Qué lindo es Castro", escrito por Sonia Alvarado y musicalizado por César Gómez, Magisterio de Castro ya ha recorrido todo Chile. Fuera del país, han visitado Argentina teniendo una muy buena recepción del público.

DESAFÍOS

DESAFÍOS

En tiempos donde en su mayoría los más jóvenes ven con desdén las prácticas culturales de sus antepasados, mantener el folclor y las raíces vigentes, representa un desafío no tan sólo para Magisterio de Castro.

De los 50 miembros que comenzaron con la experiencia, 45 años después el conjunto está formado por 24 personas.

Ya no tienen la misma energía que en sus inicios, cuando bordeaban los 20 años. Ahora, los integrantes ya están en los 60, y los achaques naturales no les permiten moverse como antes, siendo uno de sus objetivos potenciar la continuidad del legado folclórico con los más jóvenes.

"Tenemos menos tiempo para entregarle al conjunto, hay más compromisos y otras entretenciones. Sin embargo, la música es la misma y el conjunto se ha mantenido gracias a la perseverancia de los integrantes", destaca Teresita Barría.

La idea, comenta, es poder generar un "semillero" orientado a estudiantes e interesados más nóveles, que a juicio de la isleña, "nos van a representar después con los años".

Sandra Zúñiga Saldivia lleva un lustro participando del grupo, y es una de las más jóvenes con 47 años. "La experiencia obviamente ha sido impagable, he aprendido mucho, sobre todo de la gente que fundó el conjunto", destaca.

La también docente ya se ha aventurado en promover y difundir la cultura chilota en las aulas, a través de talleres, y sostiene que "el trabajo del Magisterio de Castro, ha sido importante para el aprendizaje en los distintos colegios. Aunque tal vez falta un poco difundir y sumar más espacios para comunicar nuestra cultura", indica.

En su cumpleaños 45, los músicos no estuvieron solos. Los grupos Mancapué y Santiago de Castro, saludaron a quienes sin duda han sido sus maestros musicales.

El auditorio con un lleno total aplaudió y homenajeó a Magisterio y el trabajo que ha realizado en el rescate y registro de lo más recóndito de la música tradicional chilota.

Por ahora, la emblemática agrupación cruzará los Andes, en una gira entre el 18 y 24 de septiembre que los llevará a la zona sur-austral de Argentina.

No viajarán todos, algunos están delicados de salud, pero sin duda continuarán dejando bien puesto el nombre de Chiloé a través del baile y la música del Archipiélago.

"Nos fuimos a terreno, visitamos a nuestros cultores y luego de a poco ellos nos fueron entregando su trabajo". Teresa Barría, integrante Magisterio de Castro.

"El trabajo del Magisterio de Castro, ha sido importante para el aprendizaje en los distintos colegios". Sandra Zúñiga Saldivia, integrante de la agrupación.