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¿Por qué los chilotes no se identifican con el '18'?

Ser el último reducto español marcó la identidad isleña, muy lejena al nacionalismo de la zona central.
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Para la gran mayoría de los habitantes del país, las Fiestas Patrias son sinónimo de celebraciones al amparo de fondas y ramadas, con alegres melodías como cumbias, salsa, raegetton y una que otra cueca más entrada la noche, a lo anterior se suman variados brebajes y comida típica de esta fecha como empanadas, anticuchos y la infaltable parrillada, todo para honrar un aniversario patrio el 18 de septiembre.

Sin embargo, en la provincia de Chiloé este fervor característico de otras zonas del país, no sucede con la misma intensidad. Ramadas no existen, una que otra fonda se arma en las comunas y las fiestas discotequeras son las que llevan la delantera. Y, en general, las familias optan por retiros en los campos o asados al interior de sus casas, más que nada gracias al descanso legal que existe en este emblemático periodo.

historiadores

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Consultados al respecto dos connotados historiadores isleños sobre del motivo del porqué los chilotes no se identifican con esta fecha, tanto Dante Montiel como José Ulloa, coinciden en que la Isla Grande fue el último reducto español, que además por años el Archipiélago ha sido postergado principalmente en su desarrollo y que el huaso como tal no existe en estas tierras, entre otras aristas.

"Acá se recuerda esta fecha pero no se conmemora con la fuerza de otras regiones, especialmente de la zona central, aquí hay otro tipo de códigos que tiene su explicación histórica. Chiloé tuvo una historia distinta al Chile central, fue incorporado por la fuerza a la República, comenzó un proceso desde Santiago de chilenización de la cultura donde enseñaron sus costumbres a la fuerza, por eso es que la figura del huaso y del caballo es sólo algo adjetivo no sustantivo", explica el castreño Dante Montiel.

A su vez, el docente recalca que "aquí tiene más pertinencia la figura del campesino, del marino, la carreta de arrastra, vale decir otro tipo de elementos, por ello es que esa cultura huasa acá no tiene razón de ser".

A juicio del escritor el otro motivo por el cual los chilotes no se identifican con estas conmemoraciones, tiene relación con el clima, dado que las bajas temperaturas, el viento y la lluvia impiden que se puedan construir "ramadas". "Para empezar un huaso debe desarrollarse en una llanura más plana, aquí la depresión intermedia no existe y es reemplazada por el mar, además el mismo ambiente y el clima no favorecen para que se desarrollen estas actividades", señala.

Asimismo, la fuente recuerda que desde 1930 a 1960 se rememoraba con mucha más fuerza el "18" en la provincia, a diferencia de los tiempos actuales.

"La explicación quizás, es porque era más pequeña la ciudad, había una cosa más familiar, ahora esta fecha es invadida por fiestas comerciales centradas en discoteques. Además ese sentimiento nacionalista aquí no está arraigado como en la zona central, porque siempre nos hemos sentido postergados en cuanto al desarrollo, sinceramente creo que la tradición dieciochera se ha ido perdiendo con los años, somos protagonistas de una independencia cultural, lo cual es muy valorable, aunque no se note", afirma.

"El proceso de independencia no debería celebrarlo gran parte del país porque eso sólo ocurrió en Santiago, es más ni siquiera el 18 de septiembre corresponde a la fecha de la independencia de Chile, pues su verdadera conmemoración es en febrero de 1818, el asunto histórico está totalmente tergiversado", puntualiza Montiel.

costumbre

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La opinión es ampliamente compartida por el historiador, José Ulloa, quien añade que la conmemoración del 18 de septiembre se convirtió en una costumbre en el nivel central, que luego se transformó en una fiesta popular que se masificó con más fuerzas después del año 1818, a través de las denominadas chinganas.

"Cronológicamente el 18 de septiembre no corresponde a la fecha de la independencia, sino al de la primera junta de gobierno, y en ese entonces en Chiloé pasaba todo lo contrario, tenía otra historia muy diferente", rememora el ancuditano.

"Los chilotes en ese entonces peleaban contra la República y le honraban fidelidad al rey de España, más tarde cuando fuimos anexados nunca nos sentimos chilenos, recién a principios del siglo XX, las celebraciones del "18" empezaron a darse con cierta notoriedad en el territorio, por ello es que nosotros como los mapuches y los rapanui no nos identificamos con esta fecha, la gente más utiliza este tiempo como descanso por el feriado que existe, pero no hay un tema de fondo de identidad nacional", expresa.

"Los isleños fuimos anexados a Chile en 1826 a la fuerza, nos impusieron esta fecha para justificar un nacionalismo que desde el punto de vista cultural no existe, aquí el pueblo conmemora con más fuerzas las actividades propias como las mingas o los casorios", finaliza el maestro.

FECHAS

FECHAS

Los libros de historia señalan que el 18 de septiembre se celebra el aniversario de la primera junta nacional de gobierno, constituida ese mismo día, en 1810. Este suceso marcó el precedente para que Chile, entonces colonia de España, iniciara su camino hacia la liberación.

Sin embargo, es el 12 de febrero de 1818 el día en que Chile fue reconocido como una nación soberana y libre de la corona española, cuando en Talca, Bernardo O"Higgins firmó la declaración de independencia definitiva. La fecha no fue escogida al azar, sino que fue un homenaje a la victoria obtenida por el ejército independentista un año antes, el 12 de febrero de 1817, durante la batalla de Chacabuco. Este hito marca el inicio del período conocida como "La Patria Nueva".

Ahora, ¿por qué celebramos las Fiestas Patrias el 18 de septiembre y no el 12 de febrero?

Porque desde 1810 en adelante los patriotas festejaban cada 18 de septiembre la constitución de la primera junta nacional de gobierno. Así, en 1818 inclusive, el país ya tenía la costumbre de festejar la independencia nacional en el mes de septiembre, hábito que se ha traspasado hasta nuestros días.

"La tradición dieciochera se ha ido perdiendo con los años, tenemos una independencia cultural, lo cual es valorable". Dante Montiel, historiador castreño