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Impacto genera en Quellón el parricidio de dos niñitos

Hombre mató a sus dos hijos y luego se suicidó. Aún no se sabe qué pudo haber motivado el hecho de sangre.
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Consternación existe en el puerto de Quellón, luego que José Barraza Bórquez, de 56 años, diese muerte al interior de su vivienda a sus dos hijos, para luego quitarse la vida en un suceso registrado en calle Independencia de la austral comuna chilota.

El hecho quedó al descubierto alrededor de las 21 horas de este viernes, cuando personal de la Subcomisaría de Carabineros acudió a la vivienda junto a vecinos del barrio ubicado en el acceso norte de la ciudad.

Fue en el interior del inmueble, propiedad del Club Deportivo Matadero y donde Barraza habría realizado una destacada labor, donde ultimó a Eric Matías (9) y Lucas Isaac (7) antes de quitarse la vida.

El jefe de la Subcomisaría de Carabineros, Aymer Henríquez, confirmó las circunstancias en que se habría desencadenado este drama familiar en el antiguo barrio quellonino.

"El padre de dos menores procedió a quitarles la vida con un elemento contundente, golpeándoles la cabeza y posteriormente él se suicidó por medio del ahorcamiento", dijo el oficial.

El uniformado añadió que una vez en el lugar se procedió a hacer ingreso al domicilio con la autorización de los dirigentes del club deportivo, encontrándose con la dantesca escena.

Hasta el sitio del suceso concurrió el abogado asistente de la Fiscalía Local, Jorge Carrera, para interiorizarse de los acontecimientos ocurridos en el sector, así también se solicitó la presencia de personal del Laboratorio de Criminalística de Carabineros, Labocar, de Puerto Montt para realizar los exámenes periciales.

El hecho impactó a la comunidad de Quellón, que realizó una cruzada solidaria a través de una radio local para solventar los gastos fúnebres de las víctimas (ver recuadro).

Denisse Alvarado, dirigenta del Club Deportivo Matadero, agradeció al pueblo porteño la solidaridad y recordó que "vimos a los niños crecer aquí, jugar con nuestros hijos, compartir muchas fiestas, mucho fútbol, muchas comidas y muchas navidades juntos".

La vecina agregó que "quizás si nosotros hubiésemos sabido con qué tema venía, con qué propósito o qué era lo que realmente estaba pasando, como amigos o vecinos hubiésemos tenido mucho más ojo y mucho más cuidado. Pero también nos vamos enterando recién de muchas cosas". Todo con relación a la historia de violencia ejercida por el sujeto contra su esposa, la cual traspasó a sus hijos.

Por su parte, el presidente del Club Deportivo Matadero, Patricio Barrientos, manifestó su pesar por las circunstancias en que se desarrollaron los hechos y recordó a quien fuera parte de la organización por muchos años.

"Para mí era una excelente persona. Me voy a quedar con esa imagen y ese recuerdo y de los chicos igual. Como dije en la radio, él fue una excelente persona y algún día nos juntaremos allá arriba, si Dios quiere", sentenció el dirigente.

Muy afectado y sin una explicación para lo sucedido se encuentra el tío de los pequeños, Antony Castillo. El porteño, radicado en Quellón hace algunos años, aseguró que "el hombre no tenía ese instinto como para hacer una cosa así".

Castillo afirmó que días antes "no lo vi raro, andaba con los niños para todos lados, le preguntaba cómo estaba y él me decía que estaba bien". El familiar, añadió que recientemente Barraza le contó que se había separado de su hermana y que ella "se iba a arrepentir por el resto de su vida. Pero nunca pensé un desenlace así", acotó.

Familiar

"Para mí era una excelente persona". Patricio Barrientos, presidente Club Deportivo Matadero.

Comunidad organiza cortejos

Luego del impacto generado en los habitantes quelloninos por el trágico suceso policial de las últimas horas, los miembros del Club Deportivo Matadero se han organizado para realizar los cortejos fúnebres a los tres vecinos. En horas de anoche, arribaban a la ciudad puerto los cuerpos desde el Servicio Médico Legal de Puerto Montt, para ser velados en la sede social de calle Independencia, instancia que era acompañada por familiares y vecinos. Al lugar, llegaba también la madre de los pequeños, Ingrid Castillo, junto a su hijo Braulio (20) quien reside en Punta Arenas.

Hoy las víctimas serían trasladadas enviadas a Valparaíso donde serán los funerales

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