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Reviven mortal atropello de guardia en Chonchi

Diligencia busca determinar si dos carabineros ocultaron información en este caso.
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En una pericia crucial para determinar si los funcionarios policiales que abordaron el procedimiento por el mortal accidente que sufrió un conocido chonchino ocultaron antecedentes para esclarecer el caso, durante la tarde de ayer se realizó la reconstitución de escena del atropello.

Un manto de duda cubre el deceso de Luis Alberto Márquez Quilicoi (45), quien la madrugada del 28 de julio del 2012 fue aplastado por un vehículo. Su cuerpo fue descubierto en calle Gabriela Mistral y en el comienzo de la investigación no se informaron de testigos ni responsables. Es más, todo pasó por un hallazgo de cadáver, ante la incredulidad de sus familiares.

Sin embargo, fueron los propios cercanos de quien trabajó por cuatro años como guardia del Liceo Manuel Jesús Andrade Bórquez los que buscaron lo que califican como la verdad en este accidente. Incluso, sus esfuerzos catapultaron la realización de la diligencia de este jueves, que contó con la presencia del Laboratorio de Criminalística de Carabineros, Labocar.

despliegue

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De acuerdo a lo señalado por Francisco Segovia, cuñado de la víctima, "llevamos un año dos meses tratando de llegar a la verdad. Al principio poca gente y la autoridad no nos creían, pero teníamos los antecedentes y era cuestión de tiempo para demostrar nuestra postura", expuso.

El vecino aclaró que "al comienzo se indagó pero hubo muchas falencias en este caso. El parte policial fue muy básico, carabineros miente al fiscal de turno dando cuenta de un hallazgo de cadáver sin testigos presenciales, donde la presunta persona que causó el atropello se dio a la fuga, cosa que nunca fue así, porque los testigos fueron empadronados por los mismos uniformados y se les dijo que se retiraran del lugar; a los ocupantes del auto también se les tomó los datos".

Asimismo, enfatizó que "no hubo alcoholemia y nada, por eso se dificultó la investigación en un inicio, pero eso está cambiando".

Dentro del amplio despliegue de los parientes del isleño se encuentran las gestiones en el Tercer Juzgado Militar de Valdivia, que había cerrado la causa contra los dos uniformados implicados con una exigua sanción de 17 días de arresto -entre ambos- por falta a sus deberes militares. Los familiares de Márquez sabían que esto era insuficiente y buscaron reabrir el caso.

Hace tres meses se reunieron con el jefe de la X Zona de Carabineros, el general Nabih Soza, quien revisó los antecedentes y ordenó realizar una segunda investigación. "Hemos seguido todos los conductos regulares con el respeto que todos los actores se merecen para poder hacer justicia, que es lo único que pedimos", indicó Segovia.

En el marco de esta nueva instancia, se revivió el accidente ante más de un centenar de personas que observó los detalles de la pesquisa que se extendió por más de dos horas.

Primero se fijaron las versiones de los ocupantes del móvil, que según los parientes de la víctima, aplastó al trabajador. El conductor y su acompañante relataron su experiencia, la cual fue recogida fotográfica y planimétricamente.

Posteriormente, los dos uniformados entregaron su testimonio a los peritos y al fiscal militar que comandó la diligencia, el comandante Alexandro Luppichini. Después llegó el turno de los cuatro testigos presenciales del siniestro carretero, quienes se convierten en la clave en este caso.

"Ellos vieron como el auto pasó por encima de mi hermano y sus datos no fueron considerados", indicó María Márquez, añadiendo que espera con la inclusión de estos antecedentes y las nuevas pericias que existen llegar al fondo de esta causa.

"Lo único que pido es que se haga justicia para con mi hermano. Este es un paso importante -la reconstitución- y también para que la comunidad chonchina sepa que estos casos no pueden quedar en la impunidad".