Dolor por partida doble. Un incendio no solo destruyó tres viviendas de un numeroso grupo familiar que vive en el sector Nercón de Castro, sino también gatilló la muerte de su querida mascota, quien sufrió en carne propia la voracidad de las llamas. Una emergencia registrada ayer y que dejó ocho personas damnificadas.

Alrededor de las 11.20 horas comenzaron las llamas a extenderse por el hogar de José René Levín. En pocos segundos, el inmueble de material ligero fue envuelto por las llamas, las que se extendieron a las casas de Juan Claudio y Ángela Antisoli. Las dos primeras resultaron completamente calcinadas, mientras que la tercera sufrió daños menores.

"Se sintió una explosión fuerte y salió disparada una lata y con ello el fuego cubrió todo", indicó Francisco Arteaga sobre el inicio del siniestro, añadiendo que "estaba trabajando y no vi humo ni nada, solo el estallido y todo el resto después".

Los pobladores del pasaje Naudumar, donde se concentró la alerta, no pudieron hacer nada para impedir que el poder destructor del incendio se ensañara con las humildes viviendas. "Me avisaron de esto, yo vivo a pocos metros y cuando voy a ver estaba todo quemado, ardiendo por completo", manifestó Juan Eduardo Antisoli, familiar de las víctimas.

Hasta el lugar llegaron voluntarios de la Primera, Segunda, Cuarta y Sexta compañías de Bomberos para combatir las llamas.

Así lo recalcó el comandante Humberto Molina, sumando que "al llegar la casa había reventado y las dos cabañas estaban comprometidas".

El oficial enfatizó que las maniobras buscaron "bajar la radiación en el lugar. Este fue el principal escollo que tuvimos, pero logramos evitar que otra vivienda ubicada a pocos metros fuera consumida por el fuego".

agonía

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Más allá de los perjuicios materiales, otro factor caló hondo en estos castreños. La agonía y posterior deceso de "Corbata" intensificó la angustia de los afectados. El rottweiler de seis años, quien permanecía atado junto a una de las casas reducidas a escombros, logró ser rescatado por bomberos y vecinos. Sin embargo, resultó con cerca del 65% del cuerpo quemado y para evitar su dolor, se decidió practicarle la eutanasia.

La mascota no podía salir por sus medios, por lo que se extremaron los esfuerzos para liberarla, en especial, considerando el estrés al que fue sometida, por el humo y el fuego que la alcanzó. No obstante, tres jóvenes la sacaron del infernal caos que se vivía en el sitio del suceso y en camioneta la trasladaron a una céntrica veterinaria de Castro.

Se intentó mantener con vida a "Corbata". Fue sedado con potentes medicamentos y se utilizaron más de 10 botellas de suero para estabilizarlo. No obstante, sus dueños decidieron no extender la agonía del perro, el que alrededor de las 12.40 horas dejó de existir.

Las causas del voraz incendio están siendo investigadas por el Departamento de Estudios Técnicos de Bomberos.

El primer comandante de la institución, Humberto Molina (foto), junto con confirmar el desarrollo de estas pesquisas, instó a la comunidad a reforzar sus medidas de autoprotección para evitar nuevas emergencias.

"Hay que preocuparse de los ductos de las estufas y del sistema eléctrico. Las personas deben ser responsables y realizar buenas instalaciones y efectuar los mantenimientos correspondientes", acotó.

Cuidado

"Se sintió una explosión fuerte y salió disparada una lata y con ello el fuego cubrió todo". Francisco Arteaga, vecino del lugar.