Experto entrega claves para combinar vinos con la gastronomía chilota
Variedades hay muchas y para todos los gustos, pero a la hora de elegir una botella hay que tener algunas consideraciones para sacarle el mayor provecho a la bebida y a la comida.
En promedio un chileno consume al año 13,5 litros de vino, muy por debajo de lo que ocurre en otros países del mundo como España o Francia, también grandes productores mundiales, en que la cifra supera los 30 o 33 litros por persona.
Pese a las cualidades que se han descubierto de esta bebida en el último tiempo, como que es un importante aliado para la salud por la presencia de antioxidantes, el consumo en Chile sigue bajo considerando la fama de buenos mostos que tiene la producción nacional.
Variedades de vinos hay muchas y para todos los gustos, pero a la hora de elegir una botella, ya sea para compartir una conversación o para disfrutar de una cena, hay que tener algunas consideraciones para sacarle el mayor provecho.
Sebastián Labbé, enólogo de Viña Carmen, llegó hace unos días a Chiloé para participar de una cena de maridaje de vinos, actividad en la que explicó a los asistentes cuáles son las mejores combinaciones, sobre todo con los platos típicos chilotes.
Aunque reconoce que también pasa mucho por las preferencias personales y la experiencia de cada consumidor, el experto señaló que hay algunas variedades que calzan mejor con distintos platos que otras. A continuación, parte de sus consejos.
"Lo más importante a la hora de elegir un vino es que tenga balance, tenga buena acidez, que sean vinos que no se devoren a la comida y que la comida tampoco se devore al vino, sobre todo con comidas típicas de acá de la Isla", sostuvo.
Por ello, tenga en cuenta lo siguiente:
Mariscos: "El sauvignon blanc es una buena elección", aconseja.
Pescados: "El chardonnay es un vino que tiene una sensación más cremosa y voluminosa y va muy bien con algo que tenga pescados un poquito más condimentados", afirma.
Curanto: "Es un plato que permite distintos tipos de vinos, por el chancho, por los choritos, por los distintos productos que tiene se puede maridar con blancos o tintos. Yo recomendaría ahí algún merlot o carménère que tienen más concentración y pueden jugar mejor con los sabores del curanto y balancearlo con el mismo vino", comparte.
Asado de cordero: "Un carménère es un buen maridaje, nosotros tenemos un ensamblaje que es una mezcla entre carménère y cabernet sauvignon que es uno de etiqueta negra y que es súper versátil a la hora de combinarlo con distintos platos, sobre todo con cordero funcionó muy bien porque tiene un tanino que es muy dócil", expone.
RECOMENDACIONES
RECOMENDACIONES
El enólogo también entregó otras recomendaciones para los consumidores a la hora de elegir un buen vino, como fijarse del valle del que provienen.
"Los cabernet sauvignon del valle del Maipo tienden a tener unas características similares que hacen que sean más fáciles de tomar y con una expresión de fruta mejor", manifestó el profesional, sumando que "en el caso de los vinos blancos, generalmente acercarse más a la costa, las zonas de Casablanca, Leida, Colchagua costa, Paredones, van a ofrecer vinos muy interesantes".
También agregó que "hay cosas muy interesantes en el norte en Limarí. Yo creo que más que nada es importante probar, cada consumidor es distinto y yo creo que es importante que vayan viendo cuáles son sus gustos personales y siempre darse la alternativa de probar cosas distintas".
Del mismo modo, Labbé afirmó que "el vino es parte de nuestra cultura. Hace 40 años los chilenos tomábamos mucho más vino que ahora, pero el trabajo que estamos haciendo es importante para la agricultura y hay que incentivar que se tome vino, que es bueno para la salud, ayuda en las comidas, da momentos agradables".
Junto con ello, expuso que "lo otro importante es que habla mucho de nuestra cultura, del trabajo humano que se efectúa en el campo, del proceso en que la uva se convierte en vino y tiene un cuento más interesante que algunas otras bebidas".
El tema de la temperatura a la que debe servirse el vino fue otro de los aspectos analizados por el experto tanto para los tintos como los blancos, sobre todo porque en este tema suelen cometerse errores.
"Siempre hay temperaturas que son ideales, en el caso de los blancos es de alrededor de 10 grados y en los tintos, 16 o 17 grados; tampoco es bueno vinos muy calientes porque eso hace que se pierda un poco la sensación de frescor y se sienten un poco cansadores, además la madera se empieza a notar más, se siente más el alcohol, lo que es típico en los vinos tintos al chambrearlos", mencionó.
Asimismo, expresó que "creo que el ideal es que los vinos estén a la temperatura ambiente, pero siempre un poquito más baja porque con el calor de la mano y la copa, la temperatura va aumentando y es mejor que el vino parta de una buena temperatura y que vaya evolucionando durante el momento que se está tomando".
Por otro lado, el enólogo de Viña Carmen analizó el comportamiento del consumidor insular, argumentando que "por lo que he visto por las ventas, el chilote prefiere más los vinos tintos a los blancos, creo que eso se produce en todo Chile, pero me llama la atención sobre todo teniendo tanto pescado y mariscos en esta zona".
Agregó que "lo que pasa es que en Chile estamos asociando mucho que el vino debe ir acompañando la parrilla o un curanto o un plato con carne, pero pese a todo, los chilenos consumimos más carne que pescados, pero aquí le veo mucho futuro a los blancos".
Igualmente el experto examinó la posibilidad de producir vinos en Chiloé, lo que a su juicio, podría tener obstáculos por el factor climático.
"El clima es complicado en Chiloé, sobre todo por la lluvia y la falta de calor. Es importante para una viña tener una suma térmica durante la época de crecimiento para poder lograr madurar las variedades. Creo que sería un intento interesante, creo que el clima es desafiante, pero peor no es intentar, creo que hay variedades que se podrían dar, como las blancas: el sauvignon, el chardonnay o el pinot noir, también se podía hacer un espumante". J