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Encapuchados se salvan de los puños de Vecchio

La previa del superclásico estuvo agitada: dos tipos con la cara tapada entraron al entrenamiento de Colo Colo e, ingenuamente, insultaron al futbolista y ex luchador de "todo vale".
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De pronto, en mitad del apacible entrenamiento colocolino con miras al superclásico, dos hinchas fuera de sí, con el rostro tapado, entraron a la cancha número 4 del Monumental. Eran, en términos oficiales, dos encapuchados. En términos extraoficiales, eran dos tontos. Dos hinchas irracionales que enfilaron rumbo a la cancha con el propósito de garabatear al plantel. Sortearon a los guardias y lanzaron el primer misil: "¡Mojen la camiseta!".

Agregaron, por supuesto, un criollismo. Y gritaron más veces: "¡Mojen la camiseta, c…!". El garabato lo dirigieron al plantel en su conjunto. Los jugadores, que por razones deportivas desde hace un tiempo están resignados a los insultos, no prestaron atención. Pero los encapuchados insistieron. "¡Tienen que ganarle a la U, malos c…!". Repitieron los versos e hicieron gestos de amenaza. Ofendieron a varios, a Sebastián Toro, entre otros. Y, en un instante, tal vez sin tomar conciencia de lo que estaban haciendo, apuntaron las burlas hacia un tipo forzudo: "¡Moja la camiseta, Vecchio… gil… jajaja!".

Esos encapuchados de papel no sabían lo que estaban haciendo. Emiliano Vecchio es un experto en artes marciales. Ha competido en esa especialidad sangrienta llamada "todo vale". Se ha entrenado en Argentina y Brasil. Ha desfigurado rostros. Es experto en patadas mortales. Incluso, antes de llegar a Unión Española el 2012, Vecchio estaba ante un dilema vocacional: ¿El fútbol o el "todo vale"? Optó por la Unión. Y, en fin, a ese tipo le gritaron garabatos: "¡Mójala, gordo…!", adjuntó un violentista. Y Vecchio salió tras ellos.

¿Mojar la camiseta?

¿Mojar la camiseta?

El 2012 también ocurrió una invasión de hinchas a un entrenamiento colocolino. El slogan es siempre similar: "Mojen la camiseta o se arrepentirán". Algunos expertos debatieron en torno a ese lugar común que utilizan los hinchas enojados. "¿Qué es, exactamente, mojar la camiseta?", se preguntó Toño Prieto.

A juicio del comentarista, es biológicamente imposible que, tras un partido, un jugador termine con la camiseta seca: "Hoy en Chile todos corren, todos se esfuerzan. Los resultados no pasan por mojar la camiseta".

Resultaron ilesos

Como sea, la previa del superclásico se ha iniciado con un escándalo pobre. Dos torpes hinchas insultaron a un luchador. Por fortuna los encapuchados resultaron ilesos. Huyeron a los gritos y, en la carrera, se sacaron las máscaras. Vecchio iba tras ellos pero fue interceptado por los guardias. Vecchio aleteó y luego, impotente, los fusiló con la mirada. La idea de los guardias, como muchas otras veces, a fin de cuentas se transformó en una paradoja: detuvieron al futbolista para salvarle la vida a los delincuentes.

Escaparon