Nuevamente miles de chilotes demostraron su espíritu cívico, viajando incluso largas travesías por tierra y/o por mar desde sus lugares de residencia o trabajo hasta los locales de votación.

Algunos llegaron bien temprano a sufragar, tanto que fueron dejados como vocales aunque no estuvieran en la misma mesa. Otros lo hicieron más tarde, pero con todo se vio más movimiento que en las elecciones municipales del año pasado.

Fue, aunque ya suene cliché, un día histórico. Cuatro elecciones en una misma jornada -Presidente, senadores, diputados y consejeros regionales-, inscripción automática y voto voluntario.

En términos generales resultó un domingo tranquilo. Si hasta el tiempo no fue tan malo, como los meteorólogos pronosticaban, lo que también ayudó al éxito de un inédito proceso electoral.